Las fuerzas afganas controlan por completo la ciudad de Trinkot, capital de la provincia central de Uruzgan, que recuperó la normalidad tras haber estado a punto de caer en manos de los talibanes en combates con más de 200 muertos, la mayoría insurgentes, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.
"La situación de seguridad en Trinkot está bajo control de las fuerzas afganas", aseguró el portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Muhammad Radmanish, después de que los insurgentes ocuparan ayer temporalmente varias partes de la ciudad.
El portavoz agregó que "aún hay algunos tiroteos a las afueras, pero Trinkot está bajo control y los residentes pueden deambular libremente".
"Los talibanes disparan a veces para mantener ocupadas a las fuerzas de seguridad y abrir el camino para recuperar los cadáveres de sus compañeros", comentó.
El portavoz del gobernador provincial, Dost Muhammad Nayab, aseguró que la situación en Trinkot "es totalmente normal y está bajo control de las fuerzas de seguridad".
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"Las preocupaciones que teníamos hace dos días se han superado completamente", añadió en referencia al temor de que los talibanes ocuparan la ciudad tras lanzar un ataque.
Nayab señaló que "al menos 204 insurgentes murieron y 146 resultaron heridos en los fuertes combates entre las fuerzas de seguridad afganas y los talibanes".
El portavoz agregó que "durante el ataque 13 policías murieron y 14 sufrieron heridas".
Las fuerzas afganas, con apoyo de la aviación estadounidense, evitaron en la tarde de ayer la caída de Trinkot tras expulsar a las afueras a los talibanes, que rompieron por la mañana el cinturón de defensa de la ciudad y llegaron a apenas unos centenares de metros de los edificios del gobernador y de la Policía.
Habitantes, funcionarios gubernamentales y empleados de ONGs optaron por evacuar la ciudad y se refugiaron en el aeropuerto, aunque después pudieron regresar.
El ataque talibán se produjo cuando está a punto de cumplirse un año de que la ciudad norteña de Kunduz cayera durante unos días a manos de los insurgentes, en su mayor victoria militar desde que la invasión estadounidense los sacó del poder en 2001.
Aunque se trata de una ciudad pequeña, por su situación estratégica la caída de Trinkot habría facilitado a los insurgentes la conexión de las áreas que controlan en el sur con el centro de Afganistán.
Trinkot es la tercera ciudad a la que los talibanes ponen cerco y en la que entran en los últimos doce meses, después de que hicieran lo mismo en Lashkargah -en la sureña provincia de Helmand, donde siguen controlando una parte y continúan los combates- y en Kunduz.
De acuerdo con fuentes estadounidenses, los talibanes controlan actualmente alrededor de un tercio de Afganistán, en medio de una creciente violencia desde el final de la misión militar de la OTAN, el 1 de enero de 2015.
Con información de EFE