Un estudio de la Superintendencia de Salud chilena reveló la diversidad y heterogeneidad de precios que fijan las clínicas a un mismo examen. Esto, tras detectar que dichos centros cobraron más de 200 valores distintos para una misma prestación.
El análisis consideró una muestra de 17 prestaciones con tecnologías estandarizadas, que representan 52% de las atenciones curativas realizadas a usuarios de isapres en 2014, y 22% del gasto facturado ese año por las aseguradoras. Los montos, en tanto, se obtuvieron a partir de lo que las isapres pagaron a las clínicas, y que fueron informados por las aseguradoras al ente regulador.
El estudio arrojó que, por ejemplo, Clínica Santa María exhibe 219 precios distintos para un hemograma a un paciente hospitalizado en prestador no preferente y 153 en modalidad preferente, es decir, cuando existe convenio con la isapre. Asimismo, Clínica Alemana evidenció 195 valores para el mismo procedimiento en atención ambulatoria y modalidad no preferente (ver tabla). Además de la multiplicidad de precios, el análisis mostró su heterogeneidad.
Para ello, se calculó la dispersión de los valores de las prestaciones, es decir, cómo cambian los diferentes montos en torno a su promedio, lo que se cuantificó en base al indicador estadístico llamado coeficiente de variación, que mide cuán extremos son los precios y su cantidad de éstos. En este caso, las dispersiones sobre el 20% representan una heterogeneidad alta, o sea, tiene muchos costos para un mismo test. Para evitar la influencia de los valores extremos (muy altos o muy bajos), se eliminaron del cálculo los que estaban fuera del rango percentil 5 y 99.
Por ejemplo, un examen de glicemia -para detectar diabetes-, realizado en el Hospital Clínico de la U. de Chile, en atenciones hospitalarias y prestador no preferente, los valores fluctuaron entre $ 780 y $ 72.090, es decir, tuvieron un coeficiente de variación del 431%. Esta prueba en atención ambulatoria, en el mismo prestador y en modalidad no preferente, tuvo costos informados por las aseguradoras de entre $ 920 y $ 1.830, lo que implica una dispersión del 27%.
En Clínica Las Condes, los pagos para las glicemias en atención ambulatoria no preferente arrojaron pagos de entre $ 3.679 y $ 25.900, variación que alcanza el 94% (ver infografía).
El estudio concluye que, ante la falta de regulación del costo a pagar de las atenciones que otorgan los centros privados, “resulta razonable suponer -al menos teóricamente- que los incen- tivos de los prestadores se orientarán a establecer políticas de discriminación de precios, captando con ello la mayor parte del excedente del consumidor, maximizando de esta manera sus beneficios”.
Una situación que se vería favorecida por la “asimetría de información propia de la industria de la salud, en que el paciente-consumidor no dispone de la información requerida para determinar su demanda”.
El superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, agregó que el estudio se enmarcó “dentro de un esfuerzo por darle mayor transparencia y generar bases o evidencia para una discusión sobre mejorar regulaciones para el sistema de salud”.
Con información de La Tercera