El Gobierno de Venezuela utiliza a Turquía para evitar las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea y hacer llegar el dinero a sus embajadas.
El Político
Un dinero que sale en forma de contrabando y sirve para pagar a su personal diplomático de confianza y también para financiar las actividades políticas que las legaciones realizan a favor del chavismo en medio mundo.
El dinero para estas actividades lo manda Nicolás Maduro desde Venezuela en aviones privados cargados con maletas repletas de dólares, y a veces con lingotes de oro, en forma de valija diplomática. Este dinero no pasa ningún control previo en Caracas, ni la Asamblea Nacional opositora, ni la Asamblea Constituyente tienen conocimiento de este proceso.
Es decisión de Maduro y sus más allegados. Otra vía para financiarse proviene del cobro de unas elevadísimas tasas consulares a los ciudadanos venezolanos residentes en el extranjero. Hasta 280 euros paga un venezolano por renovar su pasaporte cuando un español paga por el suyo 20 euros.
ABC ha podido seguir el rastro de estos envíos. Un telefax informativo al que ha tenido acceso este diario da cuenta de la logística que se sigue para la retirada de fondos.
El documento enviado por el Ministerio Popular de Relaciones Exteriores venezolano, que lidera el canciller Jorge Arreaza -sancionado por EE.UU.-, instruye a las embajadas de Kuwait, Líbano, Palestina, Portugal, Qatar, Rumanía, Santa Sede, Serbia, Sudán, Bulgaria, Arabia Saudí, Azerbaján, Egipto, Grecia, Emiratos Árabes, Irán, Italia, Jordania, Kazajistán y España sobre cómo retirar los fondos en Turquía.
El documento oficial número 6.577, con fecha de 5 de abril de 2019, informa a las misiones diplomáticas de que «el retiro de los recursos girados a esa misión a través de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Turquía, correspondientes a sueldos de diplomáticos y gastos de funcionamiento, según comunicado previo, debe ser en efectivo». Así lo ordena Jenny Yamel Rivas González, directora de administración del Ministerio de Exteriores y remitente de la misiva. Otro documento certifica que estas prácticas se realizan por lo menos desde noviembre de 2018 donde se «ratifica la circular Nº 673» que mantiene la fórmula establecida para que el servicio exterior reciba los fondos.
Correo diplomático
El documento detalla que por instrucción del banco turco el pago será en efectivo y que las embajadas deberán enviar a un representante que sirva como correo diplomático para recoger el dinero. El derecho internacional público lo define como una «persona que transporta la valija diplomática. Debe llevar consigo un documento oficial en el que se acredite su condición y el número de bultos que constituyen la valija. Goza de inviolabilidad personal y no puede ser objeto de ninguna forma de arresto o detención».
Para ello, deberán informar a la Embajada en Turquía los datos del funcionario designado para notificarlo a la Cancillería turca. La Oficina de Exteriores venezolana adjunta un cronograma establecido por países para que no coincidan todos los enviados el mismo día.
A través de este método Maduro coloca el dinero sin que EE.UU. tome represalias contra el interlocutor. A cambio ha tenido que ceder yacimientos de oro al Gobierno turco para que refine el metal precioso. La ruta del oro entre Caracas y Estambul la cubre en ocasiones el avión privado de la vicepresidente Delcy Rodríguez. Ese era el mismo camino que recorría la «número dos» de Maduro en la madrugada del lunes 20 de enero, antes de aterrizar en la terminal de Barajas y sostener el irregular encuentro con el ministro de Transporte José Luis Ábalos. En ese viaje, el Gobierno venezolano aprovechó para descargar en suelo europeo 40 maletas que estarían destinadas a pagar a los colaboradores españoles.
Demandado el Embajador
Una vez el dinero en España, una fuente consular consultada por ABC explica que los sueldos de los altos cargos de la Embajada y los cinco consulados en España (Barcelona, Madrid, Bilbao, Vigo y Tenerife) están garantizados, pero no ocurre lo mismo con el salario de los funcionarios administrativos que, por ejemplo, en el caso de Bilbao no cobran desde hace nueve meses, en Madrid «cobran con retraso» y en Barcelona «solo cobran los sueldos más bajos».
La acusación de morosidad se hizo realidad el pasado lunes cuando tres empleados de la Embajada en Madrid se atrevieron a denunciar al embajadorMario Isea ante el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social por el impago de sus nóminas durante el último año y por amenazas, según informó el medio español Periodista digital.
«El embajador cobra 19.000 euros al mes, los cónsules principales 7.000 y los segundos 4.000, si no han llegado las valijas diplomáticas se saca de la tasa consular», dice la misma fuente. Explica que los Consulados venezolanos cobran 80 euros en efectivo por «derechos consulares» llamada también «tasa consular» más el valor del trámite que se solicite, con ese dinero costean varios gastos. De acuerdo a la información publicada su página web, el pago de la misma se debe «hacer en efectivo» y agradecen «traer el monto exacto».
La fuente consular asegura que la última valija diplomática proveniente de Estambul llegó el pasado mes de diciembre y que con ella no se pagaron las nóminas atrasadas. Sus superiores les informaron de que la próxima valija llega a mediados de este mes y ellos están a la espera de que cumplan con su palabra. «El dinero que llega lo utiliza la misión diplomática para pagar el sueldo a los altos cargos y financiar las actividades políticas en España, no para pagar nuestros sueldos», dice.
Fuente: ABC