Las sanciones occidentales sobre Rusia empiezan a sacudir los cimientos de la economía y las finanzas públicas del país, ha casi un año del comienzo de la invasión a Ucrania.
El Político
Los ingresos públicos derivados de la venta de energía cayeron en enero un 46% respecto al mismo mes del año anterior, hasta marcar su menor nivel desde la pandemia, según el Ministerio de Finanzas de Rusia.
A ese desplome en las entradas de caja del Kremlin se suma el gasto voraz de la guerra: la confluencia de ambos factores ha llevado al gigante euroasiático a registrar su mayor déficit fiscal para un enero.
Rusia afectada por sanciones de occidente
Estados Unidos dijo en marzo pasado que dejaría de importar petróleo ruso, y desde el 5 de diciembre entró en vigor en Reino Unido una prohibición del petróleo crudo y los productos refinados rusos.
Los aliados occidentales también aprobaron en diciembre un techo en el precio del petróleo con el objetivo de evitar que Rusia obtenga más de US$60 por barril de crudo.
El sector del gas de Rusia también ha sido blanco de sanciones. La UE señaló en marzo pasado que reduciría las importaciones de gas ruso en dos tercios en el curso de un año.
Reino Unido, que solo importaba pequeñas cantidades de gas ruso, ahora puso fin a estas importaciones.
Congelados 324.000 millones de dólares
Para neutralizar los fondos del presidente Putin, Occidente congeló unos US$324.000 millones de las reservas de divisas del Banco Central de Rusia.
También privó a Moscú de conocimientos y productos occidentales, bloqueando casi todas las transferencias de tecnología y las ventas de bienes y servicios de alta calidad.
Nunca antes se habían empleado sanciones tan complejas contra un actor tan importante como Rusia, una potencia nuclear con asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Fuerte impacto
Rusia es uno de los tres principales productores de petróleo y gas del mundo, junto con Arabia Saudita y Estados Unidos.
En 2020, Rusia suministraba aproximadamente el 25% del petróleo y más del 40% de todo el gas consumido por la UE, según Eurostat, la agencia europea de estadísticas.
En el momento en que Putin invadió Ucrania en febrero 2022, era imposible que la UE rompiera todos los lazos económicos con Rusia al instante.
El bloque continuó aportando ingresos a Moscú con la compra de combustibles.
Según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), desde el primer día de la invasión de Ucrania, la UE le ha pagado a Moscú más de US$146.000 millones por su petróleo y gas.
Previsión del FMI
El FMI advierte que el impacto de las sanciones de Occidente contra Moscú aún no se ha materializado.
"La economía rusa depende bastante de los bienes de capital que provienen de los países occidentales. A medida que pasa el tiempo, esperábamos que el impacto de esas sanciones fuera mayor", le dijo Petya Koeva Brooks, subdirectora del Departamento de Investigación del FMI.
"Si miramos a mediano plazo, si miramos hacia 2027, el nivel de producción que estamos proyectando para la economía rusa está significativamente por debajo de lo que era antes de la guerra. Se espera que la guerra tenga un impacto muy permanente y considerable en la economía rusa", agregó.
Nuevos mercados para Rusia
El año pasado, Moscú pudo redireccionar sus importantes exportaciones de petróleo hacia Asia.
Sus nuevos clientes son principalmente China, India y Turquía, quienes han estado comprando crudo ruso con grandes descuentos, a un precio significativamente más bajo que el crudo Brent de referencia mundial.
Como explica el equipo Reality Check de la BBC, desde que comenzó la invasión rusa, India, China y Turquía aumentaron sus compras de petróleo ruso en 2022, y juntos ahora representan el 70% de todo el flujo de crudo ruso transportado por mar.
A principios de 2022, Rusia abasteció menos del 2% de las importaciones de petróleo de India, pero ahora está en camino de convertirse en su mayor proveedor individual.
Las importaciones chinas de petróleo ruso fluctúan, pero también aumentaron durante el último año.