Algo está pasando en el mundo Disney que pareciera que se está perdiendo la magia y el encanto característicos de estos parques temáticos para la familia.
Mario Beroes/El Político
Pareciera que dichos parques han visto días mejores. Lo que antes eran unas vacaciones deseables y asequibles para algunas familias de la clase media estadounidense, se convirtieron en algo sumamente costos, además estresante; todo lo contrario a la idea que su fundador, Walt Disney quería de su obra.
Un reportaje realizado por el portal Kotaku.com, afirma que "cada aspecto de la experiencia Disney debe ser premeditado y programado para maximizar su decreciente valor, y a pesar de la reacción, el problema no mejora".
Precios prohibitivos
Cuando se crea Disneylandia en 1955, la idea era la de un parque de atracciones para toda la familia y a precios razonales. O por lo menos así lo quiso Walt Disney, molesto por el maltrato que había recibido al visitar otro parque de diversiones
El pasado 12 de octubre, el LA Times informaba que Disneylandia había subido el precio de sus entradas de un solo día en un 9%.
Es decir, que la entrada que antes costaba 164 dólares. Hoy (noviembre de 2022), esa misma entrada cuesta 179 dólares. La entrada de niño, entre 3 y 9 años cuesta un poco menos, 169 $. Al pasar de 10 años la tarifa es la misma que la de un adulto.
Los días de menor afluencia son los más baratos para ir a Disney World, pero estos días de menor afluencia también son días laborables no festivos, cuando la mayoría de los niños están en el colegio o en época de invierno, cuando muchas de las actividades más atractivas están cerradas o en mantenimiento.
Competencia más atractiva
Los directivos de Disney se niegan a entender el error que comenten. Mientras, la competencia aprovecha la "ceguera," ofreciendo precios mucho más asequibles y atracciones que, en muchos casos, superan en emoción y acción a las de Disney
En cambio, una entrada para SeaWorld en temporada alta tiene un precio de 84,99 dólares. Una entrada en el mismo período para Universal Studios Hollywood cuesta $ 134.
Las cuentas no fallan. Una familia en Disneylandia, compuesta por cuatro personas: dos adultos y dos niños; suponiendo que los dos niños tengan entre 3 y 9 años, dos niños a 169 dólares cada uno son 338 dólares.
Si lo combinamos con dos adultos ($ 358), la factura llega a $ 696, sin impuesto, y por un apenas un día. Y no estamos incluyendo el traslado o lugar desde donde se viaja, alojamiento y comidas.
Durante años, los fans de Disney racionalizaron los altos precios como proporcionales a una experiencia sin igual para los visitantes. Este esfuerzo acumulativo para crear una experiencia sin fisuras, centrada en el huésped, en la que éste se sienta como si hubiera entrado en un libro de cuentos, es a lo que se refieren los fans de Disney cuando hablan de "la Magia". Y como todas las ilusiones, la Magia se basa en la inmersión y la consistencia.
Grietas en la excelencia del Ratón Disney
Pero en los últimos dos años, los visitantes han empezado a notar grietas en la calidad de la magia Disney. Informes, quejas en chatas y foros hablan de cubos de basura rellenos que se desbordan en las calles, y atracciones que están rotas o sin mantenimiento, el tipo de problemas que Walt Disney se empeñó en evitar.
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