La primera vuelta para la elección del nuevo parlamento dejó a Francia dividida en tres grupos. Por lo que habrá que esperar a la segunda vuelta del domingo 19 de junio, para saber cuál será la composición del ente legislativo.
El Político
El electorado en Francia estuvo ausente del proceso electoral, la abstención del 53%, es el más alto desde 1958 cuando se fundó la V República. Lo que produjo uno resultado inédito en la historia del país galo: un empate técnico.
Ese empate técnico entre una coalición de centro, derecha y reformistas, y una coalición de izquierdas, lideradas por un líder de extrema izquierda populista, con una presencia significativa de la extrema derecha en la Asamblea Nacional, a partir de la semana que viene, es una novedad sin precedentes en la historia política francesa.
Macron, primero en un empate técnico
Si bien, Renacimiento, el partido del presidente Emmanuel Macron, y su coalición de partidos, Juntos, consiguieron el 25,75 de los votos de la primera vuelta, ello representa un retroceso importante. Y una amenaza para las fuerzas políticas que apoyan al presidente.
La Unión Popular, Ecológica y Social (NUPES), una coalición dominada por La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista), liderada por Jean-Luc Mélenchon, pudo conseguir entre un 25,66 % de los votos de la primera vuelta.
Agrupación Nacional (extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, consiguió el 18,66 % de los votos. Un resultado importante. Pero menos espectacular de lo esperado.
Con toda razón, un eufórico Melenchon exclamó tras conocerse los resultados:
"El partido presidencial ha sido derrotado. Por primera vez el presidente recién elegido no consigue una mayoría en la primera vuelta de las legislativas".
Jean-Luc Mélenchon tras conocer los resultados llamó además a la movilización el domingo que viene, de cara a la segunda vuelta. Aprovechó para recordar algunas de sus propuestas sociales.
Nada claro para Macron
Los resultados del domingo tienen varios mensajes.
Por un lado, Emmanuel Macron tiene peor resultado que hace cinco años. Sale debilitado y no tiene garantizada aún la mayoría en la Asamblea. Lo que complicaría la gobernabilidad de su segundo mandato. Especialmente en un contexto en el que la sociedad francesa, que ha encadenado varias crisis (chalecos amarillos, pandemia, guerra…) está muy polarizada y con los extremos ganando cada vez más peso.
Los resultados anuncian la apertura de una nueva e imprevisible página en la historia política de Francia, con muchos flecos inflamable y turbulentos para Europa.
Fuente: Agencias