El horario de verano (DST, por sus siglas en inglés) es la práctica de adelantar los relojes una hora con respecto a la hora estándar durante los meses de verano y volver a cambiarlos en el otoño.
El Político
La idea general es que esto nos permite a todos hacer un mejor uso de la luz natural. Sin embargo, el horario de verano tiene muchos detractores.
Tradicionalmente, gran parte de Estados Unidos inicia el horario de verano el segundo domingo de marzo y vuelve al invernal el primer domingo de noviembre, reportó La Opinión.
¿Cuándo es el horario de verano este año?
Para recordar de qué manera configurar sus relojes, la gente suele utilizar la expresión “Saltar hacia adelante, retroceder”.
Tenga en cuenta que estas fechas son solo para ubicaciones en Estados Unidos y Canadá, en otros países pueden seguir fechas diferentes.
El horario de verano comienza el domingo 14 de marzo de 2021 a las 2:00 a.m. El sábado por la noche, se adelanta el reloj una hora (es decir, pierde una hora) para “adelantarse”.
El horario de verano finaliza el domingo 7 de noviembre de 2021 a las 2:00 a.m. El sábado por la noche, se retrasa el reloj una hora (es decir, gana una hora) para “retroceder”.
Sin cambio de horario
Las excepciones al horario de verano en Estados Unidos son Arizona (excepto la nación navajo), Hawaii, Puerto Rico, las Islas Vírgenes de EE.UU., las Islas Marianas del Norte, Guam y Samoa Americana.
Alaska adelantará su reloj una hora después que en la zona Pacífico, pues en Estados Unidos cada zona horaria cambia de hora de acuerdo a la zona.
Argumentos en contra del cambio de horario de verano
La idea del aprovechamiento diurno de luz natural fue planteada por primera vez en EE.UU. en el siglo XVIII por el científico y diplomático estadounidense Benjamín Franklin.
Su propuesta consistía en adelantar los relojes una hora durante el verano, para rentabilizar mejor la iluminación natural y reducir el consumo de velas.
El horario de verano se comenzó a aplicar en EE.UU. de manera temporal durante la Primera Guerra Mundial y se generalizó en 1966.
Pero la conveniencia de estos cambios horarios divide en la actualidad a la sociedad.
Varios estudios recogen que el ahorro energético -justificación por la que se adoptó la medida- es mínimo, por lo que no se justifica el cambio de hora.
Otros expertos han señalado los efectos negativos del “pequeño jet lag” que se produce en el organismo con los cambios de hora, los mismos que según otras opiniones son mínimos.
Y la polémica lleva a que en varios estados se han presentado proyectos de ley para acabar con la costumbre del cambio de horario bianual.