La prisión de Cochamarca, ubicada en los Andes peruanos a más de 4.000 metros de altitud, entró este martes en funcionamiento como un ejemplo de modelo penitenciario puesto por el Gobierno para el resto de cárceles del país, caracterizadas por el hacinamiento y precarias condiciones de los reclusos.
Las instalaciones tienen capacidad para 1.224 reos y se encuentran aledañas a la comunidad campesina de Cochamarca, en el municipio de Vicco, que a su vez se encuentra en la céntrica región de Pasco, a unos 250 kilómetros al noreste de Lima.
La cárcel está compuesta de tres pabellones de dos pisos y otros tres con celdas unipersonales, vigilados por 14 torreones para los guardias, 11 de ellos en el perímetro y 3 en el centro de la edificación.
Los primeros reclusos de Cochamarca serán 224 reos encarcelados actualmente en la prisión de Cerro de Pasco, capital de la región Pasco, cuyas instalaciones tienen más de 90 años de antigüedad y registran altos niveles de hacinamiento .
El penal de Cochamarca celebró su entrada en funcionamiento con una ceremonia en la que participó el primer ministro de Perú, Fernando Zavala; la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marisol Pérez Tello, Y el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Carlos Vásquez.
Pérez Tello explicó que los reclusos de la nueva cárcel podrán terminar sus estudios inconclusos y aprender oficios como cómputo, carpintería, confección y zapatería para así lograr su reinserción social.
"A partir de este modelo queremos cambiar las cárceles del país y corregir los problemas de hacinamiento, tratamiento y falta de tecnología. Cochamarca será un referente en resocialización y cárceles productivas", señaló.
La prisión posee un Centro de Educación Básica Alternativa (CEBA) y un Centro Técnico Productivo (CETPRO), equipado con máquinas industriales, hornos eléctricos y herramientas.
En los talleres, los internos aprenderán un oficio y podrán vender sus productos para sostenerse e iniciar una actividad empresarial una vez libres.
El Gobierno de Perú declaró hace un mes en emergencia su sistema penitenciario por razones de "seguridad, salud, hacinamiento y deficiente infraestructura".
La población de reclusos de Perú es de 81.000 presos, que se distribuyen en 69 prisiones con capacidad para 31.000 internos, de los que 27.000 son reclusos primarios, con condenas menores a 8 años, según Pérez Tello.
El caso más polémico es Challapalca, una prisión para presos de alta peligrosidad inaugurada por el encarcelado expresidente Alberto Fujimori en 1997 en un páramo inhóspito de los Andes a 4.800 metros, lo que la hace ser la prisión a mayor altitud de Suramérica.
Sobre ella existe una recomendación de cierre de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al no garantizar derechos básicos a sus reclusos.
EFE