El exmilitar de origen puertorriqueño Esteban Santiago, acusado del ataque perpetrado en el aeropuerto de Fort Lauderdale (EE.UU.), en el que murieron cinco personas, se negó a ingerir la medicación de psicotrópicos prescrita por los médicos, informaron hoy medios locales.
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Santiago, de 26 años y preso en un centro de detenciones federal de Miami, rechazó ingerir los medicamentos, hasta ahora no divulgados, que se le prescribieron en la prisión, recogió el diario The Sun Sentinel.
En una audiencia celebrada hoy en un tribunal de Miami, el Servicio de Alguaciles indicó a la jueza Beth Bloom que Santiago se negaba a ingerir los fármacos prescritos, aunque el abogado de oficio que defiende al hispano, Eric Cohen, dijo que hablaría con su cliente y que no era necesario que la magistrada interviniera.
Santiago se declaró este lunes no culpable de 22 cargos relacionados con el ataque que presuntamente perpetró el pasado 6 de enero en la terminal aérea del citado aeropuerto, cargos por los que podría ser condenado a muerte o cadena perpetua de ser declarado culpable.
No obstante, la defensa señaló a la jueza que no solicitarán por ahora exámenes mentales de su cliente o cualquier otra evaluación sobre su capacidad y competencia para afrontar un juicio.
El exmilitar, que estuvo destinado en Irak dos años y tiene antecedentes de trastornos psicológicos, compareció ante la jueza vestido con un uniforme beige y sandalias, pero no habló.
Uno de los alguaciles responsable de la seguridad del tribunal y el transporte del preso, dijo a la jueza que el caso de Santiago estaba clasificado como de "alto riesgo y alta amenaza", por lo que aplicaban medidas de seguridad especiales, con el fin de asegurar la seguridad del acusado y de los presentes en la sala.
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Las defensa y los fiscales indicaron en la audiencia que el caso es particularmente complejo, porque "implica a múltiples víctimas y testigos de muchos diferentes lugares" de procedencia, incluido Puerto Rico, donde Santiago creció, y Alaska, donde el sospechoso vivió en los últimos años.
Con información de EFE