Activistas mexicanos afirmaron que "las casas del migrante son ahora campos de refugiados", al presentar el informe "Frontera Cerrada", que analiza la migración frente a las nuevas políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El coordinador del informe, Gerardo Cruz, reveló que solamente en casas de migrantes de Tijuana (México), hay unos 7.000 haitianos y africanos a la espera de asilo político en EE.UU., lo que puede estar en peligro con las nuevas políticas de ese país.
Haití, República Democrática del Congo, Honduras, Senegal y El Salvador son los principales países de origen de estos migrantes llegados a Tijuana y Mexicali (Baja California), reveló el estudio del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC).
La directora de Scalabrinianas Misión con Migrantes y Refugiados (SMR), la religiosa Leticia Gutiérrez, añadió que la llegada de Trump "no se trata solamente de una crisis migratoria, sino de una crisis de civilización".
Guitérrez recordó que la Organización de Naciones Unidas (ONU) informó que en 2016 había 244 millones de migrantes desplazados en el mundo y 20 millones de refugiados y que la cifra de migración mundial incrementó un 41 % de 2000 a 2015.
Pese a que las cifras de migración mundial disminuyeron este último año, los migrantes en México "se han vuelto una pelota de ping pong" para los gobiernos ya que "nadie quiere encargarse de ellos", denunció.
A los haitianos y los africanos les preocupa la controvertida orden de Trump de suspender 120 días el programa de acogida de refugiados y que detiene 90 días los visados para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
Pese a ello, Gutiérrez auguró que por el momento estos migrantes van a quedarse en México, pero que "una vez que ellos y el crimen organizado vean la frontera porosa, les va dar certeza de seguir caminando hacia el Norte".
Gutiérrez regenta un centro de la SMR en Ciudad de México que acoge e integra durante tres meses a solicitantes de asilo y refugio de todas las partes del mundo que han sido agredidos en su ruta migratoria, sobre todo en la región mexicana de Cárdenas (Tabasco).
El centro acoge migrantes secuestrados, que han sido objeto de intento de asesinato por guardias de "La Bestia" (tren que cruza México de frontera a frontera), robados, golpeados; "algunos tienen restos de bala en el cuerpo", relató Gutiérrez.
Informó que el día que supimos que Trump quedó como presidente, tuvimos un análisis con el grupo que teníamos hospedados en aquel momento, quienes opinaron que lo único que iba a provocar el refuerzo de la frontera es aumentar el costo y el riesgo, pero que no conseguiría frenar la migración".
En ese sentido, Leticia consideró que México "no puede declararse un país xenófobo" e insistió en que el país latinoamericano debe trabajar mucho en la integración, la interculturalidad y en la inserción de las comunidades migrantes.
Con información de EFE