La Dirección General de la Policía (DGP) ha anunciado que va a investigar el trabajo desarrollado por la Brigada de Información de Madrid en el caso de la falsa célula yihadista desmantelada en Navidades, una operación en la que se detuvieron a dos personas que acaban de ser puestos en libertad sin cargos.
En un breve comunicado, la DGP asegura que lo sucedido demuestra "el normal funcionamiento del Estado de Derecho" y recuerda que los agentes vienen desarrollando, "con un acreditado reconocimiento internacional", una labor "extraordinaria y eficaz en la lucha contra el terrorismo yihadista".
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La decisión de la cúpula policial llega un día después del varapalo judicial a la propia Policía al dejar en libertad sin cargos a los falsos islamistas porque "los indicios que apuntaban a los investigados se han desvanecido".
En concreto, el juez de la Audiencia NacionalSantiago Pedraz certificó el miércoles que no estaba justificada la operación policial en plena Navidad contra una célula islamista de la que se difundió que se encontraba armada y que iba a atentar de forma inminente y podía hacerlo en la Puerta del Sol.
Al dejar en libertad sin medidas cautelares a los dos únicos encarcelados, el juez dejó la causa al borde del archivo. La excarcelación y el contenido del auto confirmaron que, tal y como informó este diario, la operación fue magnificada por la Brigada Provincial de Información de Madrid, que siguió los datos proporcionados por un confidente, Manuel Rodríguez Lolo, y que infiltró a un agente que vendió a los dos detenidos un cargador de los cinco que les fueron hallados.
El magistrado apunta a un posible montaje de ese confidente.Los dos jóvenes musulmanes detenidos, Edrissa Ceesay y Samir Sennouni, españoles de padres gambiano y marroquí, declararon que fueron engañados por un confidente policial y que en ningún caso su intención era perpetrar un atentado.
El propio confidente también ha reconocido que la operación fue «un montaje». Los policías consideran que este último les engañó y les facilitó información errónea. No obstante, los agentes que intervinieron en la operación insisten en que los dos detenidos serían delincuentes peligrosos que intentaron comprar granadas, dos AK-47 y 20 cajas de munición.
Una investigación llena de pasos en falsoLa investigación de la falsa célula ha estado llena de pasos en falso desde el principio. La pasada primavera, Lolo se puso en contacto con la Brigada de Información para proporcionar el dato de la existencia de una célula yihadista en Madrid que tenía armas y podía atentar.
Los responsables de la Brigada en principio le creyeron. Asumieron como válidos los vídeos de factura presuntamente yihadista que les aportó e infiltraron a un agente encubierto que se hizo pasar por traficante de armas y que les vendió al menos un cargador.