Venezuela, un país que cerró 2016 con casi 3.000 secuestros y al menos 28.479 muertes violentas, necesita una nueva política de seguridad. Eso es lo que el gobierno de Nicolás Maduro intentará implementar en 2017 con el nuevo “Plan Campaña Carabobo 2021”.
Félix R. Gutiérrez Rodríguez / El Político
El jefe de Estado venezolano anunció el pasado 17 de enero el plan de seguridad número 26 presentado por el gobierno nacional en los últimos 18 años y que constará de seis “líneas de acción”. Maduro explicó que esta sistema desarrollará todas las vertientes en simultáneo y dependerá de la coordinación entre la fuerza policial, militar y popular. “Solo el pueblo salva al pueblo. Es una máxima cristiana, bolivariana y chavista”, sentenció.
La implementación del Plan Carabobo 2021 será tarea del recién designado vicepresidente ejecutivo, Tarek El Aissami, quien aseguró que la nueva estrategia del gobierno venezolano “es el esfuerzo durante muchos años de estudio criminológico, para concretar en líneas estratégicas que atienden un fenómeno multicausal”.
Línea 1: Movimiento por la Paz y la Vida
Agrupa las fuerzas sociales y los movimientos políticos con competencias en los ámbitos deportivo, religioso y cultural. Pretende crear planes deportivos y culturales en colegios de todo el país para así combatir “los antivalores del egoísmo, individualismo, odio y desprecio a la vida por un bien material”, subrayó el vicepresidente El Aissami. Esta primera línea dependerá de la diputada oficialista Carmen Meléndez y también de una secretaría ejecutiva, de la cual estará encargado el ex jugador de baloncesto y ex viceministro de deportes Alexander Vargas.
Línea 2: Patrullaje Patria Segura
Consiste en acercar el servicio policial a los espacios públicos de mucha afluencia, como parques, avenidas o plazas. Dependerá de la cooperación entre el sistema policial venezolano y las Fuerzas Armadas Nacional Bolivarianas (FANB) y contará con un sistema de patrullaje inteligente más efectivo, como lo prometió el gobierno venezolano. Los encargados de este campo de acción por distintos componentes serán: el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, como responsable por la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y las Comunas (organizaciones políticas populares); el dirigente Luis Reyes Reyes, quien coordinará a las estructuras de las Unidades de Batalla Bolívar Chávez, y Ramón Ramírez, por los Frentes Francisco de Miranda. Estas últimas dos agrupaciones son parte de las estructura organizacional del partido de gobierno: Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Línea 3: Cuadrantes de paz
Los cuadrantes de paz son territorios que abarcan de 2 a 5 kilómetros cuadrados y que están definidos por tres aspectos: densidad poblacional, extensión territorial y topografía así como tasa de incidencia criminal en la zona. El Aissami explicó que se tratan de “núcleos básicos de la política estructural”.
La orden ejecutiva es que estas zonas tengan una referencia telefónica y una óptima capacidad de respuesta. “Concéntrense para que los Cuadrantes de Paz vayan logrando la protección del pueblo a través de la telefonía”, exigió Maduro. También instó a los jóvenes a formarse como policías y guardias nacionales para que integren los cuadrantes: “Queremos que sean formados 10.000 nuevos policías y 10.000 nuevos guardias nacionales”. El gobierno anunció que inicialmente se instalarán 186 cuadrantes en el estado Miranda (norte-centro) y 101 en Distrito Capital.
El vicepresidente El Aissami también anunció que los cuerpos de policía municipal y estadal serán formados para que puedan apoyar y acompañar las investigaciones penales dentro de cada cuadrante. Esta tarea es permitida actualmente solo al Ministerio Público y al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Venezuela cuenta actualmente con 2119 Cuadrantes de Paz en 79 municipios, donde se concentran 81% de la incidencia delictiva. El gobierno nacional espera alcanzar unos 2500 e incorporar sistema de rastreo satelital a las patrullas, cámaras de seguridad del sistema VEN911 y drones.
Línea 4: Sistema de Inteligencia de Protección Popular para la Paz (SP3)
Este nuevo sistema contará con la figura de los polémicos “patriotas cooperantes”: ciudadanos que denunciarán al Estado sobre las acciones de bandas criminales o paramilitares. El SP3 se instalará en cada parroquia del país. “Toda acción policial debe estar fundamentada en la inteligencia para evitar desviaciones y excesos policiales”, advirtió El Aissami. El responsable del funcionamiento de este sistema será el general Gustavo González López, actual director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Este cuerpo de seguridad ha sido denunciado por dirigentes opositores como una policía política, que ha participado en varias detenciones de los denominados “presos políticos” en Venezuela.
Línea 5: Operación de Liberación Humanista del Pueblo (OLHP)
Las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP) ahora emprenderán una fase más “humana”. “Vuelven las OLP con más fuerza y más amor para proteger al pueblo. Debemos abordar integralmente a las comunidades del país”, indicó Maduro. Estas operaciones iniciaron en Venezuela el 13 de julio de 2015 y consisten en misiones que se realizan en territorios determinados para enfrentar a las bandas paramilitares que, según el gobierno venezolano, operan y someten a las comunidades de menos recursos en el país.
El Aissami explicó que “las OLHP son una acción puntual que debe estar orientada por el respeto a los derechos humanos. La violencia no se combate con violencia”. Por esta razón, a los funcionarios de las fuerzas de acciones especiales de las divisiones de homicidio, secuestro, antiextorsión, antidrogas y otras de delincuencia organizada, Cicpc, PNB, GNB y Sebin, se les sumarán organizaciones de base y derechos humanos con la finalidad de que estos sean garantizados.
La Defensoría del Pueblo de Venezuela había recibido hasta julio de 2016 al menos 80 denuncias sobre violación de derechos humanos durante las OLP
Línea 6: Casas de justicia
Estas serán “casas para la resolución de conflicto, para combatir la impunidad, y justicia para llevar la Ley y el orden dentro de la comunidad”, explicó Maduro. Dichos recintos, junto con los cuadrantes de paz, garantizarán la atención de los delitos que no excedan los ocho años de condena, como hurtos, robos, lesiones, o violencia de género.
Cada Casa de Justicia estará conformada por un representante del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, uno de las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez, la Milicia Nacional Bolivariana, la Guardia del Pueblo, entre otros. Sin embargo, no fue especificado si estas instancias tendrán competencia para dictar sentencias a los procesados.
“La recurrencia delictiva ocurre luego del ‘no’ castigo oportuno. Es una de las principales causas. Esta línea consta de la proximidad de justicia en territorios, no debe haber delito que no se castigue”, aclaró El Aissami.
“Nuevo plan es un retroceso”
El secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chúo” Torrealba, aseguró que el Plan Campaña Carabobo 2021 representa un retroceso del Estado venezolano y oficializa la persecución por medio de espías ciudadanos.
"En muchos aspectos me parece que estamos en presencia de un claro retroceso de Nicolás Maduro, del Gobierno venezolano en áreas sensibles, por ejemplo, ante esa posibilidad de que el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia) participe (…) en la lucha antidelictiva", dijo Torrealba en su programa transmitido por la emisora local RCR.
El líder opositor advirtió sobre la instalación de un “sapeo masivo”, que consistiría en “tratar de convertir al ser humano en espía del vecino, en espía del familiar".
La diputada de la Asamblea Nacional por la MUD Delsa Solórzano también cuestionó la instalación del Sistema de Inteligencia Popular (SP3), en el cual “todo el mundo va a sapear (delatar) al que tiene al lado”. Criticó la inclusión del Sebin, “que es una policía política y nada tiene que ver con los problemas de las comunidades”.
“A las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP) le agregaron una ‘H’ supuestamente de humanista, pero yo creo que es de homicidio. Todavía las OLP se están ejecutando como siempre, sin investigación previa. La gente tiene que entender que la inseguridad no se erradica entrando a una barriada dándole tiros a todo el mundo”, aseguró la legisladora Solórzano.
Vigilancia y silencio
El criminólogo venezolano Fermín Mármol García destacó que la figura del “patriota cooperante” ha servido para detener a los dirigentes políticos que el gobierno nacional considera una amenaza: “En otras naciones esta figura se utiliza para que estos grupos suministren información sobre las organizaciones que atentan contra la seguridad ciudadana, pero en Venezuela las utilizan para fines políticos. El Sebin solo ha participado en aprehender a disidentes”.
Marmol Gracía criticó que durante el anuncio del Plan Carabobo 2021 no se mencionó la actuación del Cicpc, ente nacional encargado de las investigaciones en caso de robo y hurto de vehículo, homicidios y secuestros en el país: “Este cuerpo de seguridad tiene un déficit de personal de 300%, lo cual ha repercutido en el incremento de la impunidad. Este organismo debería tener un papel protagónico en materia de seguridad ciudadana, en lugar del Sebin”.
El especialista también indicó que un nuevo plan de seguridad debió considerar el desarme de los espacios dominados por la violencia y los niños en situación de abandono.
El director del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño, aseguró que el nuevo plan gubernamental está más enfocado en controlar la disidencia que en acabar con la inseguridad. “La incorporación del Sebin, como organismo de inteligencia, no está fundamentado en vigilar el comportamiento delictivo y atacarlo. El refuerzo de los cuadrantes y las OLP que ahora tienen otro nombre, OLHP, son un refrito de anteriores planes para reducir el delito. El hecho de que las OLP ahora se llamen Operativo de Liberación y Humanización, no implica que será un éxito y que cambie su concepción militar de guerra”, sostuvo.
El Observatorio Venezolano de Violencia estimó que el país cerró 2016 con 28.479 muertes violentas y con una tasa de 91,8 por cada 100.000 habitantes. El promedio mundial es de 8,9 por cada 100.000 ciudadanos