Un cliente de un supermercado de Zaragoza, España, se llevó una gran sorpresa en la pasada Navidad cuando, después de comprar una caja grande de la bebida chocolatada Nesquik, se encontró en su interior un cuarto de kilo de cocaína.
Cuando el hombre llegó a su casa le extrañó que la caja no estuviera del todo precintada, y al examinar su interior vio que entre el polvo de cacao había otro paquete con un polvo de color blanco, por lo que decidió tomar el bote de Nesquik y el recibo de la compra e irse a la comisaría de Policía.
Allí, los agentes pudieron comprobar que, efectivamente, el polvo blanco era cocaína, concretamente 250 gramos, y ya han abierto una investigación para conocer la procedencia de la misma.
Con información de Heraldo de Aragón