Después de sorprender al mundo con su acercamiento a finales de 2014,Cuba y Estados Unidos restablecieron sus vínculos diplomáticos el 20 de julio de 2015, iniciando un complejo camino de normalización.
"No hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos", prometió el secretario de Estado John Kerry, tras ver flamear la bandera estadounidense en la isla después de más de medio siglo, a una Cuba que un año después sigue resoplando desconfianza frente a Estados Unidos.
Pero tras la reconciliación diplomática, los viejos enemigos de la Guerra Fría están lejos de tener una relación normal, y se comportan más como una pareja civilizada de divorciados que defienden intereses propios.
Prefiero, agrega, definir esta relación como "una convivencia entre contrarios". El académico y ex embajador británico en Cuba, Paul Hare, cree incluso que ambos gobiernos se cuidan de hablar de "normalidad" por recelo a que esto se interprete como una "rendición ideológica".
"Ellos quiere mantener relaciones discretas: ni amigables, ni antagónicas", recalca a la AFP.
Desde que iniciaron su acercamiento a finales de 2014, Estados Unidos y Cuba han tratado civilizadamente sus diferencias, pero sin remover los históricos obstáculos de su relación.
Aun cuando Cuba lo considera "insuficiente", la flexibilización del castigo ha permitido que algunos estadounidenses se animen a invertir en Cuba, un destino económico por explorar que ofrece mano de obra barata y calificada.
Hoy, es posible ver atracar en La Habana a un crucero de Carnival proveniente de Miami u hospedarse en el Four Points by Sheraton, de la cadena Starwood, las primeras grandes empresas en incursionar en décadas en la isla.
Y se espera que a partir de septiembre comiencen los vuelos comerciales entre ambos países. Sin embargo, solo a "un pequeño grupo de compañías estadounidenses se les ha permitido hacer negocios en Cuba", por cuenta del "bloqueo", reprochó recientemente el embajador cubano en Washington, José Ramón Cabañas.
Incluso el gobierno cubano sigue esperando que se haga efectivo el anuncio de la Casa Blanca de permitirle el uso del dólar en sus transacciones internacionales, lo que facilitaría y reduciría los costos en importación de alimentos.
Por paradójico que parezca, "el bloqueo no le permite a Estados Unidos desplegar su política hacia Cuba" que es la de "penetración del capital, de la cultura", comenta Arboleya.
Un mes después de la simbólica visita de Obama, Cuba ratificó el rumbo socialista de la economía y el sistema de partido único, ignorando los llamados a la apertura política que le había hecho el mandatario estadounidense.
Es más: el presidente Raúl Castro prendió las alarmas frente a los programas estadounidenses de "promoción de la democracia", y los vinculó con un intento por "acabar con la revolución y el socialismo en Cuba por otras vías".
Mientras los gobiernos lidian con la desconfianza, los cubanos siguen saliendo por miles hacia Estados Unidos, en precarias embarcaciones o siguiendo largas travesías por tierra, estimulados por los beneficios migratorios que fustiga La Habana.
Entre octubre y junio, al menos 4.807 cubanos buscaron llegar en balsas, según datos de la Guardia Costera de EEUU. Durante el año fiscal anterior (octubre 2014-septiembre 2015), lo hicieron en total 4.473.
Al mismo tiempo los estadounidenses todavía no pueden viajar como turistas por las restricciones del embargo, y deben acogerse a una serie de condiciones o categorías para viajar a la isla.
Pese a ello, las visitas se han disparado hasta en un 84% en comparación al año pasado, cuando llegaron más de 161.000 estadounidenses a Cuba.
"El aumento del turismo y el comercio con Estados Unidos podría ser un impulso importante para una economía (cubana) esclerótica, que sufre el colapso de Venezuela", su mayor aliado, opinó Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Frente a quienes critican la falta de mayores avances, Arboleya recuerda que éste "es un proceso muy joven" que partió "de un divorcio absoluto"
Con información de AFP publicada en El Clarín