Al menos 45.000 personas han huido de Gambia y se han refugiado en Senegal debido a la incertidumbre política del país, donde el presidente saliente, Yahya Jammeh, se niega a abandonar el poder y se prepara una intervención militar.
Tropas de Senegal entraron en Gambia para expulsar al presidente Jammeh
Así lo anunció hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que usa datos facilitados por el Gobierno del vecino Senegal.
La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) está lista para intervenir militarmente si Yahya Jammeh se resiste a dejar el poder después de que el presidente electo, Adama Barrow, tomara ayer posesión en el exilio.
"Tememos que este flujo continúe mientras la situación se mantenga tensa", dijo Babar Baloch, portavoz del ACNUR, en una rueda de prensa.
Baloch explicó que por ahora las fronteras están abiertas y que no han registrado ningún incidente, y que las personas que huyen dicen tener miedo de lo que pueda pasar en Gambia en los próximos días.
El portavoz explicó que las autoridades senegalesas han contabilizado este número de personas desde el pasado 1 de enero, y que las personas que han llegado son tanto gambianos como senegaleses, ghaneses, mauritanos y guineanos, entre otras nacionalidades.
Ha habido huidas tanto hacia el norte como al sur de Senegal, dado que Gambia está situada justo en el medio del primer país.
Además, el portavoz explicó que "al menos" otras 800 personas procedentes de Gambia se han refugiado en Guinea Bissau.
Baloch explicó que más del 75 % de los que han huido son niños acompañados por mujeres y que por ahora se alojan en casas de amigos o familias, o en hoteles.
No obstante, ACNUR teme que si la situación no se calma y los huidos pueden volver pronto a sus casas, su situación empeorará rápidamente y necesitarán ayuda urgente.
Baloch explicó que Senegal ha desarrollado planes para distribuir ayuda a 100.000 personas, y que ACNUR está listo para asistir a los países que así lo soliciten.
Jammeh perdió las elecciones el pasado diciembre, y tras asumir la derrota en una primera instancia, posteriormente dio marcha atrás para impugnar los resultados ante supuestos fallos en el recuento de los votos.
Desde entonces, la Unión Africana, la ONU y la comunidad internacional han pedido a Jammeh, en el poder desde hace 22 años, que se retire y acepte el veredicto de las urnas que refleja la voluntad del pueblo gambiano.
Tropas de la CEDEAO entraron ayer en Gambia para expulsar a Jammeh, pero esta mañana han detenido ese avance para dar una oportunidad a la mediación.
Mientras, Barrow juró ayer el cargo en el exilio y, como nuevo comandante en jefe, exigió lealtad a su Ejército y ordenó a las tropas que permanecieran en sus barracones y no hicieran uso de las armas.
Precisamente, miles de personas salieron la pasada noche a las calles de Banjul para celebrar la investidura de Adama Barrow como presidente.
Acto seguido, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que respaldaba al nuevo jefe de Estado y apoyaba las gestiones de la CEDEAO para lograr que Jammeh entregara el poder.
Con información de EFE