El 8 de julio pasado, sobre el césped del All England, Roger Federer cayó frente al canadiense Milos Raonic en cinco sets, por las semifinales de Wimbledon. Aquel encuentro fue el principio de un largo paréntesis para el ex número 1 del mundo, convertido desde hace rato en un icono del tenis. Dos semanas después, anunció con tristeza que no jugaría por el resto del año: "Tras consultar a mis médicos y mi equipo, tomé la difícil decisión de poner fin a mi temporada porque necesito más rehabilitación después de la operación de rodilla".
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Nunca, en 18 años dentro del tour, Federer estuvo tanto tiempo alejado de las competencias. Dueño de un físico privilegiado, el suizo fue protagonista permanente de los grandes torneos durante una década y media, tiempo en el que destrozó múltiples récords, el más importante de ellos el de ser el ganador de más Grand Slams (17) en el circuito masculino.
Ahora, con una inmensa expectativa, Federer vuelve a la acción en el Abierto de Australia . En Melbourne, donde fue campeón cuatro veces (2004, 2006, 2007 y 2010),
el suizo volverá en el primer día de acción, en el segundo turno de la sesión nocturna, cerca de las 9 de la Argentina, a continuación del estreno de Angelique Kerber, la campeona defensora, cuyo encuentro está previsto para las 7.
Su rival para el regreso oficial a la competencia será el austríaco Jürgen Melzer , ubicado en el puesto 300º y que ingresó en el torneo desde la clasificación. Como preparación, el suizo jugó recientemente la Copa Hopman, un torneo mixto de exhibición, en Perth, con Belinda Bencic como compañera. Allí, en singles, superó a Dan Evans por 6-3 y 6-4, perdió con el alemán Alexander Zverev por 7-6 (7-1), 6-7 (4-7) y 7-6 (7-4), y venció a Richard Gasquet por 6-1 y 6-4.
Será, en cierto modo, un choque entre viejos conocidos: ambos tienen 35 años y se enfrentaron previamente en cuatro ocasiones, con tres victorias del suizo y una para Melzer, hace cinco temporadas, sobre el polvo de ladrillo de Montecarlo.
Federer llega a Australia como número 17 del mundo, un ranking bajo que lo expondrá, por su preclasificación, a duelos complejos desde temprano. Si el suizo sigue adelante en el torneo, podría medirse en tercera rueda contra Tomas Berdych, en octavos contra Kei Nishikori, y ya en cuartos de final debería medirse con Andy Murray, el número 1 del mundo. Frente a Novak Djokovic y Rafael Nadal sólo podría cruzarse en la final.