El Manchester United inglés anunció este jueves un acuerdo de asociación con la plataforma Uber, que pone en contacto a viajeros y conductores de coche para realizar trayectos, y que tendrá a partir de ahora una zona de recogida y entrega de pasajeros en los alrededores de Old Trafford.
El acuerdo del conjunto inglés, propiedad de la familia Glazer desde el año 2005, con la conocida plataforma de transporte es el primero de esta naturaleza con el club y pretende "enriquecer la experiencia" de los aficionados que acuden al estadio a ver los partidos del equipo que dirige el portugués José Mourinho.
Por esto, Uber tendrá como parte del acuerdo una zona cercana a Old Trafford dispuesta para la llegada y recogida de viajeros, al mismo tiempo que utilizarán la difusión de su aplicación de transporte para llegar a aficionados que no puedan acudir al estadio.
"Los aficionados saben que el trayecto al partido, lo estén viendo en Old Trafford o en otro lugar en cualquier parte del mundo, es una parte importante de la experiencia de un día de partido. Trabajar con Uber nos permitirá mejorar esa experiencia para nuestros 659 millones de seguidores, llevándoles el espíritu de Old Trafford a través de campañas y experiencias", declaró el director ejecutivo del Manchester United, Richard Arnold.
La responsable de desarrollo de negocio y marketing de Uber, Amy Friedlander Hoffman, destacó que están "entusiasmados" por dar a los seguidores del United facilidades para acudir al estadio, al tiempo que poder conectar a través de sus aplicaciones a seguidores de otras partes del mundo con los ‘red devils’.
"Estamos encantados de esta asociación con el Manchester United, no solo para hacer el transporte del día del partido más sencillo sino también para llevar a los aficionados experiencias increíbles durante la temporada, sin importar donde estén", añadió la representante de Uber.
La plataforma de transporte cuenta con alrededor de 40.000 conductores en Inglaterra y Gales y fue noticia el pasado mes de octubre cuando un tribunal de Londres determinó que dos conductores debían reconocidos como trabajadores y no como autónomos, lo que incluye el derecho a vacaciones pagadas, un salario mínimo garantizado y descansos.
Con información de: EFE