La ministra principal del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, presentó hoy un plan para que Escocia permanezca en el mercado único aun si el Ejecutivo británico negocia una salida total de la Unión Europea (UE) para el conjunto del Reino Unido.
En una intervención en Bute House, su residencia oficial en Edimburgo, la líder independentista subrayó que "la mejor opción", después de "una Escocia independiente dentro de la UE", sería que todo el Reino Unido se quedara en el mercado único, a través del Área Económica Europea (AEE), y dentro de la unión aduanera.
Pero, si esto no es posible -"como parece indicar la retórica del Gobierno conservador" de la primera ministra, Theresa May-, Escocia debería poder mantener un estatus "diferenciado", dijo.
Sturgeon insistió en que el documento difundido hoy, titulado "El lugar de Escocia en Europa", es un intento de "unir al país en torno a un plan claro" y buscar una "solución para Escocia" en el contexto del "brexit" o salida de la UE, por el que la región no votó.
Un portavoz de Downing Street confirmó que debatirán la propuesta escocesa en una reunión en enero con todas las autonomías y recalcó la voluntad de May de negociar con Bruselas un acuerdo "que beneficie a todo el Reino Unido".
Escocia e Irlanda del Norte votaron a favor de la permanencia en la Unión Europea en el referéndum del pasado 23 de junio, en que un 52 frente a un 48 % de los británicos apoyó abandonar el bloque comunitario, principalmente de Inglaterra y Gales.
En caso de que May, presionada por el ala dura de su propio partido, acabe negociando un "brexit" duro -que implique la salida del mercado único, a fin de preservar el control de las fronteras-, el Gobierno independentista escocés pide una solución alternativa para Escocia.
Según se indica en el documento, la idea sería que la nación histórica escocesa permaneciera en el mercado único y recibiera de Londres los poderes necesarios para "mantener vínculos paneuropeos" en asuntos de gestión propia, como Europol o el programa educativo Erasmus.
Ello requeriría ampliar en general las competencias de la autonomía que, en opinión de Edimburgo, debería recuperar áreas de gestión regional ahora en manos de Bruselas, como agricultura, medio ambiente, pesca o justicia, así como recibir nuevos poderes en materia de ley laboral o de seguridad e higiene.
Sturgeon reconoció que un acuerdo diferenciado para Escocia sería "complejo" y requeriría "voluntad política", pero recordó que la propia negociación del "brexit" es complicada y no tiene precedentes.
"Hay que tener en cuenta que existen arreglos diferenciados y asimétricos dentro de la propia UE y el marco del mercado único", declaró.
Señaló además que el Gobierno de Londres ya ha mostrado cierta disposición a ser "flexible" sobre el "brexit", sopesando "varios enfoques para distintos sectores de la economía".
"También tendrá que adoptar un enfoque flexible en relación con Irlanda del Norte y Gibraltar, y el alcalde de Londres (el laborista Sadiq Khan) también ha pedido un arreglo especial, particularmente en el área de inmigración", manifestó.
May se ha comprometido a mantener las fronteras abiertas entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que sigue siendo miembro de la UE, lo que sienta un precedente de libre circulación de movimiento con uno de los Veintisiete.
Sturgeon aclaró que, en caso de que Escocia permaneciera en el mercado único europeo mientras el resto del Reino Unido lo abandona, se podría mantener la apertura fronteriza y comercial en territorio británico.
La líder del Partido Independentista Escocés (SNP), que gobierna con mayoría absoluta en Escocia, confió en que Londres mostrará "flexibilidad" sobre la propuesta escocesa, a pesar de que May ya ha descartado negociar acuerdos diferenciados para las autonomías.
En caso de que no se defiendan los intereses de Escocia, el Gobierno del SNP no descarta convocar un segundo referéndum de independencia, después del que perdió en 2014, advirtió.
Con información de: EFE