Austria ha elevado la vigilancia policial en los lugares públicos tras el presunto atentado de ayer en un mercadillo navideño en Berlín, en el que murieron al menos doce personas y 48 resultaron heridas.
Aún antes de que las autoridades alemanas esclarecieran si la tragedia causada por un camión que arrolló a los visitantes del mercadillo berlinés es un acto terrorista, el ministro austríaco del Interior, Wolfgang Sobotka, ordenó anoche aumentar la presencia policial en el país.
Además, en un comunicado, informó de que ha convocado al comité de mando en el Ministerio del Interior con el fin de analizar la situación.
En declaraciones a la radio pública ORF, el ministro instó a la población a mantenerse alerta pero no dejar de acudir a los innumerables mercadillos navideños del país y a no permitir que “las tradiciones y costumbres de vida” se vean afectadas por el terrorismo.
“No podemos ceder ante este terrorismo. Precisamente una sociedad libre y democrática tiene que tener también la fuerza de resistirlo”, dijo Sobotka.
De momento, las autoridades austríacas no tienen indicios sobre un eventual peligro concreto para Austria, pero están a la espera de conocer los detalles de la investigación alemana para poder evaluar la situación.
Ante las especulaciones de distintos medios alemanes de que el supuesto conductor del camión es un joven de Afganistán o Pakistán que llegó a Alemania como peticionario de asilo hace un año a través de la ruta de los Balcanes, el ministro austríaco abogó por fortalecer el control en las fronteras.
En este contexto, consideró necesario registrar las huellas digitales y otros datos de las personas que entran en el país, y en especial de los que llegan por la ruta de los Balcanes, atravesada en 2015 por decenas de miles de refugiados de Oriente Medio y otras regiones en conflicto, en búsqueda de asilo en Europa del norte, y especialmente en Alemania.
Con información de EFE