Políticos argentinos conmemoraron hoy en Buenos Aires los 33 años de la llegada a la presidencia de Raúl Alfonsín (1927-2009), que significó la vuelta a la democracia tras la última dictadura militar (1976-1983) que dejó 30.000 desaparecidos, según cifras de organismos de Derechos Humanos.
El homenaje, al que acudieron alrededor de medio millar de personas para conmemorar la asunción que se produjo el 10 de diciembre de 1983, contó con la presencia de legisladores como Graciela Ocaña, Roy Cortina y del embajador de Argentina en los Estados Unidos, Martín Lousteau.
Lousteau, que fue ministro de Economía de diciembre de 2007 a abril de 2008 durante el gobierno de Cristina Fernández (2011-2015), destacó que Alfonsín abrió "las puertas de la democracia para que no se cierren nunca más", y expresó que la "democracia perdurable" es "el legado más importante que ha dejado un político" en Argentina.
También rememoró uno de los primeros discursos que pronunció el líder de la Unión Cívica Radical (UCR) Alfonsín el 10 de diciembre de 1983 delante de una multitud que colapsó la imponente avenida 9 de Julio en Buenos Aires en el que denunció la situación de hambre y pobreza que vivía el país y aseguró que es algo que "perpetúa".
"Argentina estaba condenada a un ciclo y Alfonsín rompió con ese ciclo, por eso le debemos la democracia", afirmó Lousteau, que agregó que "ya no existe el árbol de donde se sacó la madera para construir a Alfonsín".
La diputada Ocaña reconoció que no votó por Alfonsín pero que, una vez llegó al poder, fue una de las muchas personas que celebró su presidencia y lo citó como uno de sus principales referentes políticos.
"Nosotros conocimos a Raúl Alfonsín, pudimos discutir con él y no estuvimos de acuerdo muchas veces, pero supimos darle la derecha porque sabíamos de quién venía la dirigencia", explicó Cortina, legislador porteño por el partido socialista.
Durante su gestión, el líder de la UCR sufrió todo tipo de presiones en su intento de afianzar la democracia y la oposición no logró evitar que, en 1985, sentara en el banquillo a las Juntas Militares (funcionarios del régimen) en un juicio que hizo historia en el país suramericano.
Pese a todo, tras rebeliones y asonadas militares, entre 1986 y 1987 impulsó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que libraron de responsabilidad a más de un millar de acusados de delitos de lesa humanidad.
En 1989 la principal central sindical convocó trece huelgas generales en un contexto de hiperinflación y conflictividad que provocó la caída del poder de Alfonsín seis meses antes de la finalización de su mandato.
Raúl Anfonsín, nacido en la ciudad de Chascomús (Buenos Aires), fue presidente de Argentina entre 1983 y 1989.
Con información de EFE