El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, admitió este lunes en el Parlamento de Suecia que no debía haber convocado un plebiscito sobre el primer acuerdo con las FARC, pero que lo hizo porque lo había prometido y por tanto era "lo correcto".
"Aprendí la lección: no debes someter a referendo algo que no necesitas hacerlo", afirmó Santos en un seminario con miembros de la Comisión de Exteriores del Parlamento, en el que aseguró que había sido "incompetente" en explicar ese primer pacto, lo que provocó "campañas de desinformación".
El mandatario, que convocó la consulta pese al parecer contrario "de casi todos" y a que no tenía "obligación" de hacerlo, se sintió "conmocionado", al igual que quienes defendían el no, cuando el acuerdo fue rechazado a principios de octubre.
Pero el "no" fue también "una bendición disfrazada" porque permitió abrir un diálogo con los opositores para lograr un pacto "mejor" e hizo reaccionar también a los colombianos, sobre todo a los jóvenes.
En su discurso previo en la Cámara, Santos defendió el modelo de justicia transicional que incluye el acuerdo con la guerrilla de las FARC y admitió que construir la paz entre todos será el principal reto.
Ese modelo, uno de los puntos más controvertidos, incluye un mecanismo de jurisdicción especial que se aplicará a los responsables del conflicto armado, así como una comisión de la verdad y una unidad especial para la búsqueda e identificación de desaparecidos.
"Es la primera vez que se ha hecho un modelo así y ese será uno de los principales legados para el mundo", afirmó Santos, que visita Suecia dentro del programa de actos del Nobel de la Paz, que recibió el sábado en Oslo por sus esfuerzos para acabar con la guerra.
Santos, que mostró su esperanza de que la Corte Constitucional apruebe hoy la vía rápida para implementar el acuerdo, resaltó que construir la paz tendrá un aspecto físico o práctico y otro espiritual, "tan o sino más importante", que afecta a la capacidad de coexistencia y que incluye la reconciliación y la tolerancia.
El acuerdo definitivo, aprobado por las dos cámaras a finales del mes pasado, incluye también otro aspecto "único", sostuvo Santos: el papel central de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.
Como hace dos días en su discurso de aceptación del Nobel en Oslo, Santos resaltó que el premio es para Colombia y sobre todo para las víctimas, a quienes elogió por su capacidad de perdón.
"Es imposible avanzar hacia una paz estable y duradera si las heridas no están curadas", confesó.
El acuerdo de paz contiene otras lecciones para el futuro, como la importancia de aprender de las experiencias propias y de procesos en otros países y la necesidad de una agenda concreta y realista y un diálogo discreto, además de asegurarse la cooperación regional, incluso de países con cuyos gobiernos hay diferencias ideológicas.
El presidente colombiano elogió el papel de Suecia en el proceso de paz y los vínculos históricos entre ambos países.
Asimismo citó a Gabriel García Márquez -el único colombiano que había ganado un Nobel antes que él, el de Literatura en 1982- para decir que Colombia "se ha ganado una segunda oportunidad".
Al acabar el seminario Santos recibió del presidente del Parlamento, Urban Ahlin, un libro sobre los pájaros del mundo, en correspondencia a otro sobre las aves de Colombia que el mandatario le había regalado en primavera cuando visitó ese país.
Santos, que antes había sido recibido en audiencia por el rey Carlos XVI Gustavo en el Palacio Real de Estocolmo, mantendrá luego una reunión con el primer ministro, Stefan Löfven.
Con información de EFE