Las energías renovables son una oportunidad para que los países de América Latina tengan un desarrollo que incluya a toda la sociedad, y pueden favorecer a las más de 20 millones de personas que carecen de electricidad en la región, según el experto de la organización WWF Tabaré Arroyo.
Arroyo, asesor de Economía y Energía de la ONG, visitó Asunción esta semana y mantuvo una serie de reuniones con miembros del Ejecutivo paraguayo.
En una entrevista con Efe, el experto recalcó que "la energía renovable promueve un modelo de producción de energía descentralizado, y permite que existan los "prosumidores": personas que producen la energía que van a consumir".
El representante de WWF destacó que, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por Naciones Unidas, muchas economías en desarrollo están apostando por funcionar con un 100 % de energías renovables para 2050.
Así, WWF señala a países líderes en energías renovables en la región, como Costa Rica, que en 2013 generó el 87 % de su energía a través de fuentes renovables, o Uruguay, que en 2012 se convirtió en el país de la región que mayor porcentaje de su producto interior bruto (PIB) invirtió en este sector.
En la región de América Latina y el Caribe existe, según Arroyo, un "gran potencial" de energías renovables que podría permitir a algunos países dejar atrás un modelo económico extractivista basado en la explotación de recursos como el petróleo o el carbón.
Sin embargo, Arroyo dijo que los países tienen aún una "alta dependencia de los combustibles fósiles", sobre todo en el sector del transporte, que depende en un 80 % del petróleo, o en los hogares sin electricidad, que recurren a la leña y al carbón para calentar sus casas o cocinar.
Pese a ello, WWF considera que la transición hacia una matriz energética basada en energías renovables ya está dando señales, como la caída en los costos de la energía solar o el aumento de las inversiones y de la generación de empleos en este tipo de energías.
El cambio está incentivado además por el Acuerdo de París, suscrito en 2015 y que engloba varios compromisos de los países para actuar frente al cambio climático, entre ellos la reducción de emisiones de gases que aceleran el calentamiento global.
Según Arroyo, las energías renovables, que se caracterizan por disponer de recursos inagotables y generar una menor contaminación ambiental, son las principales aliadas para cumplir esta meta.
Para favorecer su desarrollo, el experto de WWF recomendó que la banca pública y privada proporcionen garantías financieras para hacer que la inversión en energías renovables sea rentable, y facilite también créditos asequibles para que los hogares puedan acceder a abastecerse con energías alternativas.
Resaltó también que es necesario que los Estados eliminen los subsidios que favorecen al sector de combustibles fósiles, ya que se trata de un elemento que "distorsiona la competitividad" de las energías renovables.
Pidió además que las empresas tomen conciencia del potencial energético desaprovechado en sus países, y puso el ejemplo del escaso desarrollo de la energía solar fotovoltaica en países latinoamericanos y caribeños que reciben un alto grado de radiación solar.
La región de América Latina y el Caribe tiene el potencial de abastecer 20 veces la demanda de electricidad prevista para 2050 usando energía renovable, sin depender de los combustibles fósiles, lo que le puede convertir en líder del sector, según datos de WWF.
Actualmente, la región genera el 7 % de la electricidad mundial, y casi un 65 % de esta electricidad procede de fuentes renovables, principalmente de las centrales hidroeléctricas.
Con información de: EFE