El paquete de tres reformas legales y constitucionales para que el Fiscal General tenga mayores controles, propuesto por el nuevo titular de ese cargo, Néstor Humberto Martínez, encontró eco entre exfiscales y conocedores del tema de la justicia.
Apenas notificado de su elección como fiscal, Martínez planteó tres cambios frente a lo que sucede hoy. Así, en los casos en los que el jefe del ente investigador se declare impedido entraría a funcionar un fiscal ad hoc elegido por la Corte Suprema y no un dependiente del Fiscal General. También habría una auditoría interna que reportaría no al despacho del Fiscal General, sino a la Corte, y en las faltas absolutas del Fiscal (como cuando se acaba su periodo), no asumiría el Vicefiscal de turno, sino uno temporal elegido por el alto tribunal. Esto último, para evitar “estímulos” para que las interinidades se prolonguen.
Las propuestas, que tendrán que pasar por el Congreso y por el control de la Corte Constitucional, cayeron bien, en el entendido de que las actuales reglas de juego, con la deslegitimada Comisión de Acusación como único control del Fiscal General, han dado pie a decisiones polémicas que son virtualmente intocables. (Además: ‘Será la Fiscalía de la institucionalidad y el posconflicto’: Martínez)
Alfonso Gómez Méndez, fiscal entre 1997 y el 2001, coincide con Mendoza y dice que los casos de Saludcoop y de la excontralora Sandra Morelli son un ejemplo de que una reforma en ese sentido es más que necesaria.
Montealegre fue asesor jurídico de Saludcoop, que fue la EPS más grande del país y cuyo declive empezó por una investigación de la contralora Morelli. El caso pasó, por el impedimento, al vicefiscal Jorge Perdomo.
“En esos cuatro años –dice Gómez Méndez– no pasó nada en manos del Vicefiscal con la investigación contra Carlos Palacino (cabeza de Saludcoop). Y cuestiona que, en cambio, la contralora Morelli terminó acusada ante la Corte Suprema por la Fiscalía. El exfiscal dice que una auditoría dependiente de la Corte Suprema también sería clave, pues “en la administración pasada no se admitió el control fiscal de la Contraloría ni el político del Congreso”. “La existencia de controles externos es importante, sobre todo en el tema del manejo de recursos”, afirmó. (Lea también: Retos, compromisos y planes del nuevo fiscal Néstor Humberto Martínez)
Alfonso Valdivieso, quien ejerció entre 1994 y 1997, coincide en que hacen falta “controles más rigurosos”, pero no considera que el camino sea recortar la automía de la Fiscalía. “La institución está en la posibilidad de hacer una auditoría confiable, en la medida que se trata de una entidad autónoma”, señaló.
Sobre la propuesta para evitar que la interinidad sea la norma al final de cada periodo, Valdivieso señala que es positiva en cuanto “no tiene sentido que siga el Vicefiscal que fue nombrado por el fiscal saliente”. Pero advierte que un camino más expedito sería que esa elección se hiciera por mayoría simple y no calificada. Eso implicaría que hubiera decisión no con 16 votos, sino con 13.
Wilson Martínez, vicefiscal de Viviane Morales, calificó las propuestas de Martínez de “simbólicas”: “Al final del día, la garantía de que el Fiscal no pueda abusar de su poder está en que las decisiones que le competen a los ciudadanos no las tome él, sino los jueces”.
Con información de El Tiempo