Este martes se conoció que la policía peor calificada de México es la de Sinaloa. Casi la mitad de sus agentes han reprobado los exámenes de control y confianza impuestos por el gobierno federal que buscan acreditar que los funcionarios cuentan con las habilidades y aptitudes para desempeñar su cargo en la corporación.
El último reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública –la instancia que concentra los resultados de las evaluaciones– detalla que de las 32 entidades del país, Sinaloa tiene a la peor policía municipal y estatal, con el 48% de sus 8.149 elementos no aptos para el cargo. La mejor calificada es la de Campeche, donde sólo el 1% no resultó idóneo para la corporación.
La infiltración del crimen organizado en los diversos cuerpos de seguridad fue tan corrosiva durante los peores años de la guerra contra el narco iniciada por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), que desde 2009 los policías están obligados a someterse al test de control y confianza.
El 3 de enero de 2009 entró en vigor la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública que establecía un plazo de cuatro años para que todos los integrantes de las corporaciones de seguridad fueran evaluados. Después de varias prórrogas, en noviembre de 2014 venció el plazo para la certificación.
Entre el 2010 y el 2014, unos 46.000 policías de todo el país fueron dados de baja como parte de la depuración que acordaron los estados y la federación para limpiar a los corporaciones de agentes corruptos o cooptados por el narcotráfico.
Actualmente los test de idoneidad se siguen aplicando a fin valorar la permanencia de los agentes en las corporaciones. En el último reporte de seguimiento de los exámenes aplicados al personal de las instituciones de seguridad pública se detalla que se evaluaron a 330.000 policías de las 32 entidades del país que trabajan en diversas instancias: seguridad pública estatal, readaptación social (prisiones), fiscalía estatal y seguridad pública municipal (ayuntamientos). El resultado, en general, no fue tan malo: sólo el 9% reprobaron los exámenes.
Sinaloa con malas calificaciones
En Sinaloa la instancia que obtuvo los peores resultados fue la Policía Ministerial de Sinaloa, que depende de la Fiscalía local. El 55% de sus agentes fueron calificados como no aptos para el puesto. El jefe de la policía ministerial, Jesús Aguilar Íñiguez, no aprobó estos exámenes desde abril de 2011 y pese a ello el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, lo mantuvo en el puesto.
Desde hace quince años el comandante Aguilar Íñiguez, conocido como Chuy Toño, ha sido señalado de tener vínculos con el cártel de Sinaloa. En el 2010 su nombre apareció en un listado difundido por la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) como parte de los hombres más buscados al servicio del crimen organizado.
En 2011 cuando asumió la titularidad de la Policía Ministerial, el gobernador López Valdez dijo que lo había puesto en ese cargo porque “con blancas palomitas no podemos enfrentar a la delincuencia”. Su desempeño como director policial se ha visto marcado por señalamientos de tortura. Ahora el polémico policía está a punto de retirarse.
Las pruebas de control y confianza aplicadas a los policías constan de cinco exámenes: situación patrimonial, psicológico, médico, toxicológico y de polígrafo, que busca detectar si el evaluado dijo la verdad sobre la información que proporcionó. La organización civil Causa en Común, que ha monitoreado las evaluaciones, sostiene que es necesario que los policías no aptos para el cargo sean dados de baja.
“De nada sirve que se evalúen a los policías si los malos elementos van a continuar en las fuerzas de seguridad pública y si las instituciones involucradas en el proceso no son sancionadas por el incumplimiento de sus funciones”, ha dicho su directora María Elena Morera.
En México la policía es una de las instituciones en las que menos confían los mexicanos. Una encuesta gubernamental reveló que siete de cada diez entrevistados reprueban la actuación de los elementos encargados de la seguridad. Además uno de los problemas es la carencia de policías. Un estudio de Causa en Común dado a conocer en 2015 detalla que no hay suficientes policías para cuidar de los mexicanos. El promedio es de 2.5 agentes por cada 1.000 habitantes y en entidades como Tamaulipas –con altos niveles de violencia– sólo hay uno por cada mil.
Con información de El País