El presidente argentino, Mauricio Macri, mostró su rechazo al proyecto de ley de emergencia social que pedía más ayudas y empleo, por el que miles de personas marcharon el pasado viernes en Buenos Aires y aseguró que de la pobreza "se sale trabajando, no por una ley", según recogió hoy un medio local.
"Yo soy el primero en sostener el reclamo. No quiero una Argentina con más del 32 % de la población en la pobreza. (…) Ahora: de ese lugar se sale trabajando, no por una ley", defendió.
Estas declaraciones, publicadas hoy, las realizó en una entrevista al periódico argentino Clarín el pasado viernes en la que el presidente insistió en que los argentinos deben evitar "la cultura del atajo", porque "hizo mucho mal".
Este proyecto, que recibió la media sanción por parte del Senado esta semana, dispone un aumento del 15 % en el pago de la asignación universal por hijo y la asignación por embarazo que paga el Estado.
El coste fiscal de esta iniciativa supondría una implementación de 50.000 millones de pesos (unos 3.000 millones de dólares).
El mandatario explicó que el punto de partida desde el que comenzó su mandato en diciembre de 2015 "era mucho peor", lo que hizo que tomara medidas que hubiese querido evitar.
"No había otro camino. Muchas veces escucho a muchos que han tenido que ver con lo que pasó y hablan siempre de cómo estamos. Yo digo: ‘bueno, díganme, qué otra cosa harían'", preguntó interpelando a la oposición.
Asimismo, vio con optimismo las elecciones legislativas de 2017, ya que aseguró que ganará los comicios, y no anunció ningún cambio en el gabinete de Gobierno.
"Los argentinos van a decir que quieren seguir en esta línea. Porque por más que cueste, por más que va a llevar tiempo, sabemos que es la única, que no hay otra", aseveró.
Sobre la polémica detención de la diputada del Parlamento del Mercosur (Parlasur) Milagro Salas, arresto sobre el que se pronunció en contra la ONU, Macri aseguró que no ve su proceso judicial como un problema para futuras relaciones con otros países.
"Tenemos una actitud muy abierta con este tema. Nosotros respetamos el federalismo y la independencia del poder judicial", reiteró.
Tampoco se mostró preocupado sobre la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015), que acusaba a Macri de perseguirla y de que iba en contra de ella, de sus hijos y de su madre.
"Yo espero que en un tiempo razonablemente rápido se sepa qué es lo que pasó y que se transmita un mensaje claro desde la Justicia argentina a toda la ciudadanía que se acabó la impunidad en el país. Eso es lo que quiero y no especulo", aseveró ante los seis periodistas que le entrevistaban.
También le preguntaron sobre la creciente presencia de inseguridad en las calles, un tema que resumió pidiendo compromiso a todos, más allá de que sean de un gobierno o de otro.
El mandatario cerró la entrevista defendiendo que el país se dirige al podio de los países más importantes pero insistió en que no se conseguirá en un periodo corto.
"Lo estamos logrando. Son pequeños pasos todos los días. No vamos a ser lo que tenemos que ser, uno de los países más importantes del mundo, en un año. Nos va a llevar años. Pero lo importante es el camino", concluyó.
Con información de: EFE