La virtual candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, hará campaña el martes en Nuevo Hampshire con su rival de las primarias, el senador Bernie Sanders, quien aún no le ha dado su apoyo formal ni se ha retirado oficialmente de la carrera electoral.
El acto de campaña tendrá lugar en un centro de secundaria de Portsmouth y en él ambos “abordarán su compromiso para construir un Estados Unidos que es fuerte cuando está unido y una economía que funciona para todos, no solo para los más privilegiados”, informó hoy la campaña de Clinton en un comunicado.
La esperada aparición de Sanders y Clinton tendrá lugar en Nuevo Hampshire, el estado donde el senador del vecino Vermont venció en febrero a la ex secretaria de Estado por 22 puntos porcentuales en las primarias.
Este anuncio llega cuando se espera que Sanders conceda oficialmente a Hillary su triunfo en las primarias demócratas y le dé su apoyo formal, algo que muchos líderes del partido consideran que debería haber ocurrido ya.
Este fin de semana los equipos de ambos negociaron en Orlando (Florida) el programa político que el partido oficializará en la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará entre el 25 y el 28 de julio en Filadelfia.
Sanders quiso quedarse hasta el final en la lucha de primarias para influir lo máximo posible en el programa político del partido y conseguir que fuera más progresista.
En este sentido, una de sus victorias es que Clinton propuso el sábado un plan sanitario progresista, que recibió el aplauso inmediato del senador.
El plan, negociado con el equipo de Sanders, recupera propuestas anteriores de la exsecretaria de Estado y exsenadora e incorpora nuevas iniciativas en el marco de su estrategia para acercarse a los seguidores de su popular oponente de primarias, que se define como socialdemócrata.
El comité que elabora el programa político demócrata aprobó el viernes una enmienda que formaliza el compromiso del partido con un salario mínimo de 15 dólares, revisable con la inflación, una propuesta de Sanders que el senador celebró ver sobre el papel.
Por el contrario, el senador no logró incorporar su dura oposición al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), una de las propuestas emblema con las que ha luchado hasta el final por arrebatarle la nominación a Clinton, la favorita del partido.
El TPP fue acordado a finales del pasado año entre EE.UU. y otros once países de la cuenca del Pacífico: Singapur, Brunei, Malasia, Vietnam, Nueva Zelanda, Chile, Australia, Perú, México, Canadá y Japón, cuyas economías suman el 40 por ciento del productor interior bruto (PIB) mundial.
EFE