La cuarta marcha convocada en Berlín por grupos de extrema derecha en Alemania bajo el lema "Merkel debe irse" reunió apenas a unos quinientos participantes, frente a un número algo mayor de contramanifestantes, según estimaciones de las fuerzas de seguridad.
Bajo una incómoda lluvia, los ultraderechistas comenzaron su marcha una hora más tarde de lo previsto, que partió de la plaza frente a la estación central rumbo a la emblemática Alexanderplatz, pasando junto al barrio gubernamental.
Según el diario "Der Tagesspiegel", entre los participantes se contaban detractores de la política de acogida de refugiados, simpatizantes de la islamófoba Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) y del movimiento ultraderechista de los "Reichsbürger" (Ciudadanos del Reich), hinchas, asociaciones de antiguos desplazados alemanes e "identitarios" -defensores de la "identidad nacional"-.
Los manifestantes coreaban eslóganes como "Merkel a Siberia, Putin a Berlín", "Patria, libertad, tradición: multiculturalismo estación final", "Resistencia" y "Lügenpresse" ("Prensa mentirosa") -alusión hostil a los medios de comunicación acuñada por Pegida- además de entonar el himno alemán.
El recorrido de la marcha estaba acordonado con el fin de evitar posibles bloqueos por parte de los contramanifestantes.
También en la misma plaza frente a la estación central se habían congregado unos 600 activistas de izquierdas convocados por la "Asociación berlinesa contra la ultraderecha" y la iniciativa "Berlín libre de nazis" para manifestarse "por una ciudad solidaria y antifascista" y "hacer frente a los nazis".
Los contramanifestantes coreaban eslóganes como "Nazis fuera" y soltaron simbólicamente centenares de globos al aire.
Las fuerzas de seguridad velaron por la seguridad con un gran despliegue de 1.100 agentes que, además de mantener separados con vallas a los manifestantes de ambos frentes, controlaban mochilas y bolsos de todos los que pretendían acceder a la zona acordonada, señala el diario "Morgenpost".
También el tráfico se vio afectado en el centro de la ciudad debido al fuerte dispositivo de seguridad y varias líneas de autobús y tranvía quedaron interrumpidas.
Se trata de la cuarta marcha de estas características convocada en Berlín desde la primera celebrada en marzo de este año, que todavía logró congregar a unos 3.000 simpatizantes de la ultraderecha.
Paralelamente, en un hotel en el céntrico barrio de Mitte se celebraba un congreso de agrupaciones de ultraderecha con la participación del fundador de Pegida, Lutz Bachmann, y el presidente de la formación populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD) en el estado federado de Sajonia-Anhalt, André Poggenburg.
Con información de EFE