El fin del ramadán, el mes sagrado del ayuno para los musulmanes , fue vivido con sensaciones encontradas por los fieles de esa religón. Aunque se trata de días festivos, las celebraciones ocurrieron en medio de una conmoción general en el islam por una serie de atentados mortíferos que llevaron a cientos de musulmanes a realizar llamados a la paz durante los últimos días festivos. Además, algunas de sus fiestas fueron empañadas por nuevos ataques.
Después del mes sagrado del ayuno, llega la fiesta del Al Fitr, de Yakarta a Jerusalén, pasando por Argel o La Meca. Durante la celebración, que comenzó el miércoles y dura entre uno y cuatro días según los países, los fieles visitan a sus conocidos y familiares para compartir tortas y regalos.
"¿Dónde está la alegría del Aid?", se preguntaba Haider, un vecino de Karrada, un barrio de Bagdad donde un atentado suicida dejó el domingo 3 de junio casi 250 muertos. Aid significa ‘fiesta’ en árabe.
En Arabia Saudita, donde se encuentran los dos principales lugares santos del islam, los preparativos del Aid fueron alterados por un atentado suicida sin precedentes perpetrado el lunes delante de la Mezquita del Profeta en Medina. El atentado causó la muerte de cuatro guardias de seguridad.
Delante de decenas de miles de fieles, el imán de esta mezquita, el jeque Abdelbari al Thabiti, denunció este "crimen odioso" perpetrado por "una entidad que no respeta más los ritos divinos ni la santidad de la Mezquita del Profeta". Este atentado, que no fue reivindicado por ningún grupo terrorista, provocó gran indignación en el mundo musulmán.
Además, presuntos extremistas armados con bombas y machetes mataron a tres personas el jueves pasado, en un ataque cometido durante una congregación de fieles que celebraban el final del ramadán en el norte de Bangladés.
La conmoción fue aun mayor porque estos ataques ocurrieron después de una serie de violentos atentados cometidos durante los últimos días del ramadán.
El atentado del domingo pasado en Bagdad fue el peor ataque con coche bomba de la historia del país.
"Esta tragedia, los jóvenes que mueren, ¿es esto realmente el Aid", cuestionó Mohamed Al Sultan, otro residente del barrio.
En tanto, un ataque yihadista causó 20 muertos en un café-restaurante frecuentado por extranjeros en Daca, la capital de Bangladés, el 1° de junio.
Estos dos atentados fueron reivindicados por el grupo yihadista sunita Estado Islámico (EI), que había llamado a multiplicar los ataques durante el ramadán.
El EI también reivindicó la matanza en una discoteca gay de Orlando, Estados Unidos, en la que murieron 49 personas el 12 de junio.
En el lugar de los atentados en Bagdad, miles de velas recordaban a las víctimas, y este miércoles miles de personas se congregaron en homenaje a los fallecidos.
En Bangladés, que se encuentra en estado de alerta desde el ataque en Daca, muchos imanes hicieron un llamado por la paz.
"Alá, protege nuestro país y nuestros niños de los males del terrorismo ", dijo el imán Mohamad Sadequl Islam en una reunión de 5.000 fieles en el barrio de Mahakhali en Daca. Muchos de esos fieles estaban llorando durante las oraciones, según una crónica de AFP.
La esperanza de la paz El fin del ramadán podría proporcionar un respiro a los sirios después de que el Ejército decretara un alto el fuego de 72 horas en todo el territorio hasta la medianoche de ayer.
En un desplazamiento inédito, el presidente del régimen sirio, Bachar Al Asad, viajó el miércoles a Homs, una ciudad en el centro de ese país controlada por el régimen salvo una barrio periférico, para asistir a la plegaria del Aid.
El presidente estadounidense, Barack Obama, reiteró en su mensaje con ocasión del Aid su "compromiso para proteger a los musulmanes estadounidenses contra la intolerancia y la xenofobia".
"Nuestras oraciones están con las miles de vidas inocentes perdidas, muchas de ellas musulmanas, que fueron cegadas en el mes de Ramadán, en Orlando, Estambul, Daca, Bagdad y Medina", expresó Obama.
En otro país golpeado por la guerra, Yemen, el Aid se celebra como se puede, especialmente en la ciudad de Taez "sitiada y bajo constantes bombardeos" de los rebeldes, según Hamud Saleh, un habitante de ese lugar.
Y en Afganistán, donde el Aid se celebra comiendo pistachos, pasas y "simian", unos fideos con azafrán, el presidente Ashraf Ghani instó a los talibanes a retomar las negociaciones de paz.
Más de 50 muertos pese a cese al fuego Más de 50 civiles murieron ayer en bombardeos en la provincia siria de Idleb (noroeste) y en la ciudad de Alepo (norte), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Esto ocurrió horas antes del final de una tregua de 72 horas decretada por el gobierno, que terminaba ayer a la medianoche por el fin del ramadán. Desde 2011 murieron más de 280.000 personas a causa de la guerra en Siria y millones han sido desplazadas de donde vivían.
Con Información de: El Observador