Un tuit de la cuenta oficial del Departamento de Policía mostraba una foto de Mark Hughes y pedía colaboración al público: “Este es uno de nuestros sospechosos. ¡Ayúdenos a encontrarlo!” Tuvo 40 mil retuits.
El joven estaba indignado por las recientes muertes de dos afroamericanos en manos de policías blancos y decidió participar de las marchas pacíficas de repudio realizadas el jueves a la noche en su ciudad, Dallas. Poco antes de las 21 horas estallaron los tiroteos que terminaron con cinco oficiales muertos y siete heridos.
Casi al mismo momento, el Departamento de Policía de Dallas publicó un tuit con una foto suya en la marcha. "Este es uno de nuestros sospechosos. ¡Ayúdennos a encontrarlo por favor!", decía el mensaje.
No está claro de dónde salió la información que lo señalaba como un sospechoso. Quizás fue suficiente que estuviera portando un arma en la movilización para que lo creyeron un potencial autor de los homicidios.
Lo cierto es que un video publicado en Twitter poco después prácticamente lo exoneraba. En él se veía a Mark Hughes entregándole su rifle a un policía por precaución.
Cuando le preguntaron por qué la había llevado, respondió que sencillamente estaba ejerciendo su derecho, ya que en Texas es legal estar armado de esa manera en la calle.
En ese momento todavía no sabían que él era un sospechoso. Se enteró por el llamado de un conocido, poco después. Entonces fue a la dependencia policial más cercana para limpiar su nombre.
Lo interrogaron durante 30 minutos y después lo liberaron. No presentaron ningún cargo en su contra.
"Ustedes pusieron mi rostro en las noticias nacionales. ¿Ahora van a decir que no tuve nada que ver con lo ocurrido? Estoy recibiendo amenazas de muerte por esto, sufrí una persecución injusta", dijo Hughes a los medios en un breve intercambio.
Con Información de Infobae