Marco Rubio, quien recientemente asumió el cargo de secretario de Estado de Estados Unidos, ha enfatizado la necesidad de trabajar por un "mundo más seguro" a través de la promoción de la paz mediante la fuerza.
En su discurso inaugural, Rubio destacó que uno de los objetivos principales de la política exterior estadounidense será promover la paz a través de la fuerza, alineándose con las directrices del presidente Donald Trump, quien también hizo hincapié en este enfoque durante su discurso de investidura.
Rubio, el primer secretario de Estado de origen hispano en la historia de EE. UU., subrayó que cualquier acción en política exterior debe responder a tres preguntas clave: ¿Nos hace más fuertes? ¿Nos hace más seguros? ¿Nos hace más prósperos? Si no se cumple al menos una de estas condiciones, no se llevará a cabo. En este contexto, también abordó la situación en Ucrania, afirmando que es necesario poner fin a la guerra y que tanto Ucrania como Rusia deberán hacer concesiones para lograr un acuerdo sostenible.
En sus declaraciones, Rubio también hizo referencia a los desafíos globales actuales, señalando a China como la "mayor amenaza" para Estados Unidos y expresando su preocupación por la influencia de gobiernos considerados adversarios en América Latina, como Venezuela y Nicaragua. Su enfoque refleja una política exterior que prioriza los intereses nacionales estadounidenses y busca fortalecer su posición en el escenario internacional.