Donald Trump ha reafirmado su intención de indultar a los participantes del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 si es reelegido como presidente en 2024.
En una reciente entrevista con NBC News, Trump afirmó que comenzaría a conceder indultos "muy rápidamente" al asumir el cargo el 20 de enero.
Según sus declaraciones, revisaría cada caso individualmente, pero dejó claro que su objetivo es ayudar a aquellos que han sido condenados por su participación en los disturbios.
Trump ha calificado los juicios y condenas de los participantes como "corruptos", argumentando que muchos han sido tratados injustamente y han enfrentado condiciones inhumanas en prisión.
Esta promesa de indulto se alinea con su narrativa de que los acusados son "patriotas" que actuaron en defensa de lo que consideraban un fraude electoral.
Desde el asalto, más de 1,500 personas han enfrentado cargos relacionados con el evento, y más de 900 se han declarado culpables.
La posible concesión de indultos podría tener profundas implicaciones políticas y legales. Por un lado, podría movilizar a la base electoral de Trump, quienes ven esto como una cuestión de justicia. Por otro lado, podría generar una fuerte reacción negativa entre sus críticos, quienes argumentan que tal acción socavaría el estado de derecho y la rendición de cuentas.