Miles de manifestantes proeuropeos se reunieron hoy por tercer día consecutivo frente al Parlamento de Georgia para expresar su rechazo a la decisión del gobierno pro-ruso de congelar hasta 2028 el inicio de las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea (UE).
Las protestas anteriores resultaron en violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas antidisturbios, que dejaron cerca de 200 detenidos y más de 70 policías heridos, según el Ministerio del Interior.
El jueves y viernes, los participantes levantaron barricadas en las cercanías del Parlamento y lanzaron objetos como hierros, piedras, botellas de vidrio, bengalas y petardos contra la policía, según denunció el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze.
Kobajidze afirmó que "los radicales y sus patrocinadores extranjeros" buscan provocar disturbios en el país y mencionó la posibilidad de una "ucranización" de Georgia.
Afirmó que, a diferencia de Ucrania en 2013, Georgia es un estado independiente con instituciones sólidas y un pueblo experimentado.Los embajadores de Georgia en los Países Bajos y Bulgaria presentaron su renuncia en desacuerdo con la decisión del gobierno de pausar las negociaciones con la UE.
Además, al menos 160 empleados del Ministerio de Asuntos Exteriores firmaron una declaración manifestando su oposición a esta medida.El Servicio de Seguridad del Estado (SSE) anunció que investiga un posible plan para derrocar al gobierno y advirtió sobre las intenciones de ciertos partidos políticos y ONG que buscan tomar el poder por la fuerza.
La decisión del gobierno fue interpretada por la oposición como un intento de acercar a Georgia a Rusia.La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, declaró que existe un consenso nacional en que "nadie entregará Georgia a Rusia" y que el futuro europeo del país no será robado.