En el imponente complejo Mar-a-Lago, Javier Milei se encontró con Donald Trump durante una cena informal que reunió a los amigos del presidente electo de los Estados Unidos y a futuros integrantes de la administración republicana.
Se trata de la primera cumbre entre ambos mandatarios después de las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre. Hace dos días, Milei y Trump habían hablado 11 minutos por teléfono, y se comprometieron a continuar con la charla informal en la cena que organizó un think tank republicano.
Tras su cónclave informal con Trump, Milei tuvo un intercambio con el vicepresidente electo de los Estados Unidos, JD Vance. Y minutos más tarde, el jefe de Estado se subió al escenario para dar un discurso de cinco minutos que sirvió para exponer su perspectiva sobre la situación mundial y la economía global.
El discurso captó una notable atención de los invitados, y cuando estaba promediando su participación, Trump apareció y tomó asiento entre el público para escucharlo atentamente.
Milei señaló: “Quiero felicitar al presidente electo por su contundente victoria y por la remontada política más grande de la historia, enfrentando a todo el establishment e, incluso, poniendo en riesgo su propia vida. Y gracias a ello hoy el mundo es mucho mejor porque soplan vientos de libertad, que soplan muchísimo más fuerte. Un verdadero milagro y prueba fehaciente de que las fuerzas del cielo están de nuestro lado”.
Y el presidente argentino completó: “En 1848, Marx comenzó aquel panfleto siniestro, que fue su Manifiesto Comunista, diciendo que un fantasma recorría Europa, el fantasma del comunismo. Hoy un fantasma distinto recorre el mundo, el fantasma de la libertad. Un fantasma que viene a terminar con el modelo de servidumbre que reina en el mundo libre, bajo el manto de las buenas intenciones y de la mal llamada justicia social la casta política montó un Estado opresor que divide a los ciudadanos entre ganadores y perdedores, quienes pagan impuestos de un lado y quienes viven pagando a ellos”.