Como un “balde de agua fría” recibieron varios venezolanos la noticia de la suspensión temporal de los permisos de viaje del parole humanitario a EEUU. Afirman esperar una pronta reactivación que les permita también reanudar sus planes de emigrar del país.
Desinformación e incertidumbre ha generado en Venezuela la decisión de Estados Unidos de suspender temporalmente las autorizaciones de viaje para los beneficiarios del parole humanitario.
Un permiso que ha facilitado la llegada legal a territorio estadounidense, hasta fines de junio de 2024, de alrededor de 494.799 nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, la medida se tomó porque se detectaron casos de fraude.
Esta suspensión ocurre al tiempo que Venezuela, uno de los países beneficiados por el programa, sufre una crisis política tras las disputadas elecciones presidenciales del 28 de julio, razón por la que muchos venezolanos que solicitaron estos permisos esperan con ansias la aprobación de sus viajes.
Fanny Hernández es uno de estos casos. Natural de San Cristóbal, estado fronterizo de Táchira, Hernández aplicó al programa de parole en junio de 2023 para viajar junto a su esposo y su hija menor de 18 años. Su hijo mayor, de 27 años, emigró a EEUU hace tres años.
La venezolana contó que recibió el anuncio de la suspensión de las autorizaciones de viaje como una mala noticia, pues su familia tiene muchas esperanzas de reencontrarse. “Esto me cayó como un balde de agua fría porque yo tengo muchísimas esperanzas de irnos para allá. Primero está mi hijo, que ya tenemos tres años sin verlo, y bueno, somos una familia muy unida y queremos estar los cuatro juntos”, dijo a la Voz de América.
Ante la demora en la aprobación de su viaje, Hernández cuenta que trata de hacer su vida normal en San Cristóbal, donde incluso a finales del año pasado inscribió a su hija en la universidad. No obstante, dice que tiene decidido emigrar, por lo que de no darse la aprobación del viaje a EEUU, contempla también la opción de radicarse en España, donde tiene familiares.
“La primera opción es EEUU porque es donde está mi hijo, pero bueno, si no se puede pues será para España, pero quedarnos aquí no. Mientras tanto estamos tratando de hacer la vida lo más normal posible, mi hija estudiando, mi esposo trabajando y yo también, y bueno, solamente nos queda esperar”, agregó la mujer, quien reiteró que emigrará por la crisis que vive su país y la falta de oportunidades para tener calidad de vida.