El Gobierno de Theresa May ha vetado la participación de académicos extranjeros en proyectos de asesoría relacionados con cuestiones Brexit.
"El Gobierno de Reino Unido solía pedir el consejo y el trabajo de los mejores expertos. Acaban de decirme a mí y a muchos colegas que no estamos cualificados porque no somos británicos", desveló la profesora Sara Hagemman en su cuenta de Twitter.
Hagemman es danesa, experta en asuntos de la Unión Europea y trabaja desde 2009 en la London School of Economics, una de las facultades más prestigiosas del país.
La profesora colaboraba en una investigación enfocada a identificar y solventar posibles obstáculos en el proceso de salida del Reino Unido de la UE.
El proyecto fue encargado por el Ejecutivo conservador después de la victoria del Brexit en el referéndum del pasado junio.
Pero, según denunció Hagemman, la LSE fue notificada de que solo académicos nacidos en Reino Unido pueden participar en la elaboración de informes relacionados con la negociación Brexit.. El Gobierno justifica su veto en que se abordará información demasiado sensible sobre comercio exterior y seguridad nacional.
"Creemos que nuestros académicos, incluidos los nacionales no británicos, tienen una experiencia tremendamente valiosa que es vital en esta era de incertidumbre sobre la relación de Reino Unido con Europa y el resto del mundo", señaló el centro académico en un comunicado.
La censura de académicos es el primer paso práctico en la criba de extranjeros que quiere hacer el Gobierno May.
En el congreso conservador, clausurado esta semana, la ministra del Interior propuso identificar a las empresas con mano de obra extranjera y obligarlas a justificar por qué no contratan más empleados británicos.
El titular de Sanidad prometió incrementar el número de licenciaturas de indígenas para poder despedir a las enfermeras y médicos no nacidos en el país que sustentan el sistema público de salud. El Ejecutivo conservador también ha prometido restringir la llegada de estudiantes internacionales no comunitarios.
El blindaje contra los extranjeros coincide con la declaración de la primera ministra de que el control de la migración es objetivo primordial en la negociación de la salida de la UE con los todavía socios en el bloque comunitario.
Con información de Sputnik