La nueva dirección del PSOE sólo contempla ir a elecciones como última de opción. Tras la grave crisis que ha sufrido este partido y la abrupta expulsión de Pedro Sánchez, la Comisión Gestora es absolutamente consciente del riesgo de desastre electoral que corre el PSOE si las elecciones son el 18 de diciembre, como admitió ayer su presidente, Javier Fernández.
Por eso, la mayoría de los barones que dirigen la Gestora que ha sustituido a la Ejecutiva de Sánchez están preparando el giro del actual no a una posible abstención. Eso sí, esperan antes un gesto, un movimiento de Rajoy para justificar ese paso.
Así lo explicaron ayer varios dirigentes socialistas, como el ex vicesecretario general José Blanco, que votó con Susana Díaz el sábado: "El PP debe mover ficha, facilitarlo, hacer un esfuerzo, sino va a ser muy difícil que el PSOE asuma en exclusiva una responsabilidad que es del PP", aseguró en la Cope.
Otros fueron menos claros, pero numerosos dirigentes y diputados explicaron en privado que la nueva dirección no podrá aprobar la abstención si Rajoy no hace un esfuerzo previo para acabar con el bloqueo político.
"Si el PP quiere humillarnos y que nos pongamos de rodillas, no lo conseguirá, en ese caso iremos a elecciones", aseguró un dirigente próximo a la Gestora socialista.
El plan de la líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz, está marcado a fuego desde el principio. Su mejor opción era que el PP consiguiera gobernar sin ayuda del PSOE o, en caso de ser imposible, que se produjera una "abstención técnica", de forma que los 84 diputados socialistas -o el número que fuera necesario- permitieran que Mariano Rajoy forme Gobierno, no impedirlo con un no hasta el final, como defendía Pedro Sánchez.
Una vez arrancada la legislatura, Díaz tendría tiempo para ganar el congreso del PSOE y coser y recomponer el partido desde la oposición para poder ser ya candidata al final de una legislatura probablemente corta.
El problema es que la guerra mundial que estalló en el PSOE la semana pasada ha dejado a esta formación en ruinas, partida por la mitad y con graves problemas para negociar con el PP.La abstención sigue siendo el plan A de muchos barones.
Sin embargo, esperan que sea el primer partido en votos y escaños el que mueva ficha y desbloquee la situación.
La nueva dirección socialista querría que Rajoy liderara la búsqueda del desbloqueo y que buscara cómplices para hacerlo: el PSOE y también el PNV.
Con información de El Mundo