La controversial senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, murió de un infarto en las últimas horas en Medellín, informó el medio colombiano W Radio.
El Político
La congresista estaba a días de celebrar su cumpleaños 68, el cual sería el 25 de enero, informó Infobae.
Su muerte se produce cuando se adelantaba una nueva investigación en su contra en la Corte Suprema de Justicia por sus supuesta intermediación en secuestros.
Su carrera política estuvo marcada por su labor durante los mandatos de Álvaro Uribe (2002-2010), siendo una figura clave en las negociaciones para la liberación de secuestrados en poder de las Farc.
Sin embargo, algunas víctimas como Íngrid Betancourt, criticaron a Córdoba sugiriendo que estas liberaciones tenían un fondo político, conectado a la figura de los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Nicolás Maduro, con quienes mantenía una estrecha relación.
Uno de los primeros en reaccionar a esta noticia fue el presidente Gustavo Petro, quien a través de su cuenta en la red social X escribió que “Piedad Córdoba fue una mujer golpeada por un época y una sociedad”.
“Luchó toda su vida madura por una sociedad más democrática. Su cuerpo y su mente no resistieron la presión de una sociedad anacrónica, que aplaudía los ajustamientos de jóvenes, que odiaba el dialogo y la paz, que odiaba a los negros, a los indígenas y a los pobres, que la trataba como una criminal”, añadió el primer mandatario.
Asimismo, señalo que “un procurador fascista la expulsó del Senado y se burló de sus electores, quise resarcir el daño y ayudé a que hiciera parte de la lista del Pacto Histórico, sentí que lo merecía.” Y por último, escribió “una verdadera liberal ha muerto”.
Piedad Córdoba fue una mujer golpeada por un época y una sociedad. Luchó toda su vida madura por una sociedad más democrática. Su cuerpo y su mente no resistieron la presión de una sociedad anacrónica, que aplaudía los ajustamientos de jóvenes, que odiaba el dialogo y la paz,…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 20, 2024
Una vida marcada por la polémica
Tras reelegirse en cuatro ocasiones, en 2003 alcanzó la presidencia del Partido Liberal Colombiano. A pesar de las diferencias políticas con el entonces presidente Álvaro Uribe, en 2007 Córdoba colaboró en la negociación del acuerdo humanitario con las Farc, periodo que inició su cercanía con el presidente venezolano Hugo Chávez y desencadenó acusaciones de colaboración con guerrilleros, resultando en su destitución y la prohibición de ejercer cargos públicos durante 18 años, sanción anulada más tarde por el Consejo de Estado.
La imagen pública de Piedad Córdoba se vio afectada no solo por sus problemas de salud que le han restado continuidad en la escena política, sino también por señalamientos de alianzas cuestionables, como las atribuidas con el empresario Alex Saab, involucrado en actividades financieras ilícitas.
Asimismo, la conducta de su hermano, quien admitió su culpabilidad por narcotráfico ante un tribunal estadounidense, ha contribuido a la controversia y la disminución de su capital político