La presidencia de Bernardo Arévalo comenzó en medio de caos y drama, con su partido Semilla emergiendo como líder de una coalición mayoritaria después de intensas luchas en el Congreso.
El Político
Este inicio de mandato tan agitado de Arévalo refleja los desafíos que enfrenta su ambiciosa agenda anticorrupción en un año que se espera igual de turbulento que el anterior. Aunque existen oportunidades, también se percibe la presencia de obstáculos en cada esquina.
En los días previos a su toma de posesión, un juez del Tribunal Constitucional solicitó protección por amenazas de muerte, y cuatro jueces del Tribunal Supremo Electoral fueron ordenados a detenerse. Además, un ex ministro del Interior fue arrestado por la policía, alegando represión de las protestas masivas de octubre en apoyo a la transición democrática.
¿Ahora que viene?
En su discurso inaugural, Arévalo prometió no permitir que la corrupción y la impunidad superen a las instituciones, destacando la oportunidad histórica de revertir décadas de negligencia estatal y deterioro institucional.
“No permitiremos que nuestras instituciones sean nuevamente superadas por la corrupción y la impunidad”, indicó.
Sin embargo, la tarea no será fácil, Arévalo y su partido están decididos a abordar las raíces de esta degradación. Según Alexander Aizenstatd, abogado constitucionalista en Ciudad de Guatemala, años de corrupción han corroído las instituciones del país desde adentro, llevándolas no solo a no cumplir sus funciones adecuadamente, sino también a violar activamente los derechos de las personas.
Corrupción en Guatemala
La oposición a Arévalo fue intensa debido a su promesa de continuar con los asuntos pendientes de la comisión anticorrupción de la CICIG, que fue clausurada después de revelar corrupción a gran escala que involucraba a políticos, élites empresariales, sindicatos y líderes religiosos y universitarios.
Por su parte las redes de corrupción que lograron derrocar a la CICIG en 2019 que habían estado expandiéndose durante décadas y parecían tener un control firme sobre las elecciones de 2023. Descalificaron a los candidatos del "cambio" que se percibían como amenazas, y encarcelaron o forzaron al exilio a numerosos periodistas, fiscales y jueces anticorrupción.
La forma en que Arévalo llegó a la presidencia a pesar de los obstáculos, a través de manifestaciones masivas lideradas por organizaciones indígenas, presión internacional y su estilo conciliador que busca el acuerdo por encima del conflicto, ofrece motivos para el optimismo.