John Kerry, el enviado especial de Estados Unidos para el clima, dejará su cargo en la administración Biden en las próximas semanas para centrarse en ayudar en la campaña de reelección del presidente estadounidense, según han confirmado fuentes cercanas al político.
El Político
Kerry, que ha sido senador y secretario de Estado, fue elegido por Biden poco después de las elecciones de noviembre de 2020 para asumir el nuevo rol creado específicamente para luchar contra el cambio climático en nombre de la administración en el escenario global.Kerry, de 80 años, representó a Massachusetts durante 28 años en el Senado y también fue el candidato presidencial demócrata en 2004, aunque perdió frente a George Bush.
Estados Unidos y el mundo entero tienen con él una enorme deuda de gratitud", dijo de Kerry Al Gore
"El trabajo incansable de John Kerry para lograr avances globales en la crisis climática ha sido heroico", dijo el sábado en un comunicado el exvicepresidente Al Gore, quien se ha centrado principalmente en el clima en su vida posterior a su cargo público. "Ha abordado este desafío con una visión audaz, una determinación decidida y la urgencia que exige esta crisis. Por eso, Estados Unidos y el mundo entero tienen con él una enorme deuda de gratitud".
Si bien su seriedad lo ha convertido en una figura climática central en todo el mundo, Kerry también tiene fuertes críticos que sostienen que las políticas climáticas de Estados Unidos no equivalen a liderazgo en la lucha contra el calentamiento global. La Ley de Reducción de la Inflación, la ley climática más grande en la historia de Estados Unidos, está inyectando miles de millones de dólares a las energías renovables.
Pero muchas facetas de la ley enfatizan la producción nacional, lo que lleva a otras naciones a quejarse de que la ley es proteccionista y perjudicial para sus propias industrias verdes.
Y durante años, Estados Unidos se opuso a la creación de un fondo de "pérdidas y daños" que haría que las naciones ricas contribuyeran con miles de millones de dólares para ayudar a los países en desarrollo, a menudo muy afectados por fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático.
Durante la COP27 en Egipto en 2022, el fondo fue aprobado, ya que Estados Unidos y otros países ricos cedieron y lo apoyaron. Hasta ahora, Estados Unidos ha prometido sólo una financiación modesta para él.
Con información de EuroNews.