La crisis migratoria en Estados Unidos ya alcanzó su pico más alto. Los estados santuarios del país piden a gritos a la Administración de Joe Biden apoyo económico para hacer frente a los miles de inmigrantes indocumentados que llegan a las ciudades pidiendo apoyo.
El Político
Es una realidad que la inmigración no siempre es ilegal. Sin embargo, según diversos centros de investigaciones, se estima que al país hay alrededor de 10.5 millones de indocumentados, una cifra que ha aumentado en los últimos meses.
Con la migración irregular llegan múltiples problemas sociales, como la inseguridad, el desempleo, la inseguridad alimentaria y hasta la indigencia. Pero también, se ven grandes revueltas de grupos migratorios que llegan al país, no precisamente a mejorar su calidad de vida a través del trabajo sino por las ayudas del gobierno.
@44vatox Venezuelans in NYC want more benefits #mexicantiktok #fortheraza #44vato #venezolana
En el corazón de la Gran Manzana, en la ciudad de Nueva York, inmigrantes originarios de Venezuela salieron a la calle para exigir un aumento de los cupones de alimentos y la concesión de permisos de trabajo. La manifestación, aunque pacífica, fue un gran recordatorio de las repercusiones que traen la migración desproporcionada y sin planificación de Joe Biden.
Estatus legal, una promesa que salió de las manos.
El gobierno de Biden había concedido previamente un estatus legal temporal a cientos de miles de venezolanos, permitiéndoles trabajar y vivir en Estados Unidos durante 18 meses. Esta medida era una respuesta al creciente número de venezolanos que llegaron al país. El Departamento de Seguridad Nacional tenía previsto conceder el Estatus de Protección Temporal (TPS) a unos 472.000 ciudadanos que llegaran al país antes del 31 de julio, además de los 242.700 que ya cumplían los requisitos para el estatus temporal.
La importancia de esta protección era inmensa, ya que los venezolanos representan un gran número de los migrantes que llegan a Estados Unidos. La decisión pretendía aliviar la tensión de los alcaldes y gobernadores demócratas que han estado lidiando con un mayor número de migrantes. La administración también tenía previsto agilizar las autorizaciones de trabajo para los migrantes que han llegado al país desde enero, con el objetivo de proporcionarles permisos de trabajo en un plazo de 30 días. Sin embargo, la promesa de acelerar los permisos de trabajo no se aplica a quienes cruzan la frontera ilegalmente y piden asilo.
La protesta por ayuda económica y sus implicaciones
Las calles de Nueva York fueron el epicentro de la protesta que generó controversia en redes sociales. Ya que, además de pedir por permisos de trabajo, las exigencias estuvieron marcadas hacia el aumento de los cupones de alimentos y un hogar digno para vivir.
Estados Unidos maneja una serie de programas para familias de bajo recursos, donde el apoyo principal está relacionado a la alimentación con cupones, a adultos mayores, escolares y núcleos familiares que cumplan con los requisitos, como una ganancia mínima en salarios.
Durante la protesta, los migrantes venezolanos argumentaron que los permisos de trabajo permitirían mantener a sus familias, mientras que un aumento de los cupones de alimentos reduciría su carga financiera. "Sin permiso de trabajos, no podemos mantenernos", aseguró una manifestante al medio BNN Network.
Las implicaciones futuras de este tipo de protesta y las demandas de los migrantes son múltiples. Por un lado, si la administración de Biden responde positivamente, marca un precedente para que otros grupos migratorios expresen sus demandas y por otro lado, una respuesta negativa aumentaría el sinnúmero de consecuencias que la migración exacerbada hacia Estados Unidos ha logrado los últimos meses, y por el que algunos gobernadores de estados como Texas y Florida han elevado sus demandas.