La economista Azucena Arbeleche, cabeza del equipo económico del líder nacionalista Luis Lacalle Pou (Todos), criticó ayer a la conducción económica del Frente Amplio, asegurando que "el gobierno se gastó toda una recaudación extraordinaria y además se endeudó", y aseguró que el "ajuste fiscal era evitable con conducta responsable".
Arbeleche habló ayer durante la sesión de apertura del congreso del sector liderado por el senador Luis Lacalle Pou en Flores, el que continuará hoy y en el que pronunciará un discurso el líder nacionalista.
Al hacer una larga descripción de la situación global, regional y luego nacional, la economista blanca concluyó que luego de una década de "crecimiento espectacular, apoyada en condiciones externas muy favorables, queda al descubierto que Uruguay no hizo los deberes para ubicar al país en una senda de crecimiento y desarrollo sostenible".
Cuando repasó la situación de la región, Arbeleche hizo un pronóstico alentador al decir que "nuestros dos grandes vecinos tendrán contracción de su producto en 2016, en particular Brasil, que caerá alrededor de un 3%. Sin embargo, todo parece indicar que ambas economías retomarán el crecimiento el próximo año, lo cual sin duda sería un gran viento a favor para la economía uruguaya".
Arbeleche recordó que en Uruguay la economía "está estancada". En el plano fiscal, sostuvo que "el gobierno recaudó como nunca, pero gastó como siempre", es decir que "todo el ingreso extraordinario que se recaudó durante los años de bonanza se gastó".
Según la economista, hubo "falta de conducta en las finanzas públicas", lo que desembocó inicialmente "en ajustes fiscales a través del aumento en las tarifas públicas, colocando a estas últimas como instrumentos para conseguir financiamiento en lugar de alinearse con los costos de las empresas públicas".
"Se acabó el tiempo de esperar y urge implementar finalmente una política fiscal prudente que limite el comportamiento del gobierno para que, cuando la economía se enfríe, tenga capacidad de contribuir en la actividad", sostuvo, para concluir que en esta materia Uruguay "necesita una regla fiscal".
Arbeleche aseguró que la "única manera" de conducir "responsablemente la economía uruguaya" en adelante, es "contar con una apropiada política fiscal y monetaria junto con las reformas estructurales aún pendientes".
En materia estrictamente política, el sector Todos está convencido de que el próximo gobierno no tendrá mayorías parlamentarias, por lo que anunció que su propuesta electoral se asentará sobre la idea de construir acuerdos con el resto de los partidos sobre políticas específicas a impulsar.
En el marco del congreso que se celebra en Trinidad, ayer se aprobó una declaración que explica que la construcción de esos acuerdos se hará "sin perder los límites que separan a los partidos", y que no dejarán de tener diferencias en muchos temas.
"Lo normal en la democracia uruguaya es que un partido gane las elecciones pero tenga que construir acuerdos de gobierno con otros partidos para tener mayoría en el Parlamento. Así se gobernó entre 1985 y 2005, así se había gobernado antes y es casi un hecho que así se volverá a gobernar en breve", sostiene la declaración del movimiento Todos.
Según el análisis de este sector, el "gran problema" del país hoy en día es que "las mayorías políticas que emergieron de las elecciones de 2014 ya no coinciden con las mayorías sociales que reclaman cambios". En esa línea de razonamiento, el sector de Lacalle Pou muestra que su objetivo "en estos años es lograr que las mayorías políticas coincidan con las mayorías sociales que piden cambios".
"Queremos crecer electoralmente y queremos buscar acuerdos con otras fuerzas de modo de generar la base que permita transformar la realidad a favor de la gente", sostiene la declaración de Todos. Así, la alternativa que se va a plantear en los comicios venideros será "entre quienes se sirven del gobierno para acumular poder y los que queremos gobernar a favor de la gente".
Con información de El País