La lucha interna en el Partido Republicano, centrada en dos tipos de visión sobre los temas culturales, muy vinculados a la extrema derecha estadounidense, va a afectar no sólo la unidad partidista, sino también, y es más grave, la posibilidad de ganar las elecciones en 2024.
El Político
Según escribe Douglas E. Schoen en el portal The Hill, estas "cruzadas morales" en la tolda republicana, carecen de apoyo popular, y se producen a expensas de los temas que realmente importan al estadounidense promedio.
Schoen es un reconocido consultor político que fue asesor del expresidente Bill Clinton y de la campaña presidencial de Michael Bloomberg presidencial del demócrata en 2020.
Para Schoen el planteamiento republicano además socava la capacidad del partido para trazar un contraste legítimo y convincente con las políticas demócratas, en un momento en que los estadounidenses están profundamente insatisfechos con el statu quo, es decir con el gobierno del presidente Biden.
Al relegar las preocupaciones por la calidad de vida a un segundo plano en esta guerra partidista interna, los republicanos están socavando su ventaja sobre Biden, quien se muestra profundamente vulnerable, con un índice de aprobación suele rondar o situarse por debajo del 40% en las encuestas públicas.
McCarthy y sus ¿aliados?
El asesor político considera que el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (republicano de California), y los republicanos de extrema derecha están utilizando la discusión del presupuesto militar de Estados Unidos como una oportunidad para enfrentarse a los demócratas en temas relacionados con el aborto y otras cuestiones sociales.
Esto pone en peligro la aprobación del proyecto de ley de un tema fundamental para el país, como es el asunto castrense, y además rompe la tendencia de apoyo bipartidista al presupuesto del Pentágono.
Con el pretexto de combatir a los "progresistas, (wokeness) sobre el tema militar, la bancada republicana de la Cámara de Representantes votó a favor de poner fin a los servicios de aborto para los militares y prohibir la atención sanitaria a los transexuales.
El último esfuerzo del Partido Republicano de la Cámara de Representantes se produce después de un polémico video difundido por la campaña presidencial del gobernador Ron DeSantis (R-Fla.)
El anuncio promociona el historial de DeSantis, opuesto a los derechos LGBTQ como gobernador, y ataca a Donald Trump por apoyar supuestamente los derechos de los homosexuales en el pasado.
En un esfuerzo por superar a Trump, DeSantis ha presentado una agenda extremadamente conservadora en Florida, que incluye la firma de una prohibición del aborto de seis semanas en Florida, y sus políticas escolares "No digas gay," que mantiene la polémica con la corporación Disney continúa.
Temas polémicos: Aborto y comunidad LGBTQ+
Schoen sostiene que es imposible separar la retórica de DeSantis de la que usan algunos republicanos de la Cámara de Representantes, y que con esta actitud paralizan asuntos gubernamentales esenciales para airear sus quejas sociales y culturales.
Ambos buscan atraer a los votantes más radicales de las primarias republicanas que, mediante un sistema electoral de reglas pluralistas, ejercen una influencia desmesurada sobre su partido, aunque representan sólo una pequeña fracción del electorado nacional.
Cualquier esfuerzo de los republicanos por restringir el aborto los lleva a ser perdedores políticos a nivel nacional, si es que las encuestas sirven de indicativo.
Las encuestas revelan sistemáticamente que alrededor del 70% de los estadounidenses opinan que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, y en las elecciones de mitad de mandato del año pasado, las posturas extremadamente contrarias al derecho al aborto de los candidatos republicanos, le dieron votos a sus oponentes demócratas.
Conclusión
Para el asesor político la mayoría del país también apoya los derechos de las parejas del mismo sexo, lo que sitúa a republicanos como DeSantis muy fuera de la corriente dominante.
Hay algunos matices cuando se trata de los derechos de los transexuales, ya que muchos votantes tienen la sensación de que la izquierda ha ido demasiado lejos en esta cuestión, concretamente en su apoyo a la enseñanza de la ideología de género en la escuela primaria y a permitir que las mujeres transexuales compitan contra las mujeres biológicas en los deportes.
Dicho esto, si los últimos acontecimientos sirven de indicativo, a juicio de Shoen, lo más probable es que el Partido Republicano siga librando su guerra cultural, electoralmente costosa, alejándose cada vez más de la corriente principal de la política estadounidense con cada batalla.