Joe Biden, presidente de Estados Unidos, nacido en 1942 pertenece a la llamada generación silenciosa, que de acuerdo con el National Investment Center se caracteriza por ser "ahorrativa, respetuosa, modesta y leal".
El Político
Aunque por lo revelado por el periodista Alex Thompson de Axios, los asistentes de la Casa Blanca revelan ahora que el presidente esta lejos de ser una persona ‘silenciosa’.
Según un funcionario de la Administración Biden, "nadie está a salvo" en la residencia presidencial en Washington.
¿Cara oculta de Biden?
Debido al explosivo comportamiento de Biden a puerta cerrada, algunos de sus asistentes incluso intentar evitar quedarse con él a solas para no convertirse en el objeto de su ira.
"Maldita sea, ¡¿cómo diablos no sabes esto?!", "¡No me mientas, joder!" y "¡Vete a la mierda!" son algunas de las frases que aparentemente han tenido que oír empleados actuales y anteriores del mandatario.
Algunas fuentes aseguran que el actual inquilino de la Casa Blanca actúa de tal forma cuando busca obtener información precisa sobre temas significantes y solo grita a aquellas personas a las que respeta.
¿Por qué es importante?
"No hay duda de que el temperamento de Biden es real. Puede que no sea tan volcánico como el de Bill Clinton, pero definitivamente está ahí", dijo Chris Whipple, autor de un libro biográfico sobre Biden.
Sin embargo, Jeff Connaughton, que en el pasado se había desempeñado como asistente de Biden, aseveró que durante su época como senador el político era un "autócrata ególatra, […] decidido a administrar a su personal a través del miedo".
Connaughton declaró al periódico que Biden "oculta su lado más afilado para promover su imagen campechana del tío Joe, y es por eso que, cuando estalla su ira, parece tan diferente del personaje público".
Insultos pasados de Biden
Cabe recordar que, a finales de enero del año pasado, el presidente de EEUU insultó al corresponsal de Fox News Peter Doocy durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, llamándolo "estúpido hijo de perra".
Las palabras de Biden tuvieron lugar al ser consultado sobre la inflación del dólar estadounidense.
El mandatario no contestó a la pregunta, sino que murmuró el insulto ante el micrófono, que estaba encendido por un error.
Entre líneas
Algunos ayudantes de Biden sostienen que los enfados del presidente reflejan las altas expectativas que tiene puestas en su personal.
"Hablar Biden" es una habilidad particular, dijeron. Puede llevar años aprender a manejar su mal humor y anticipar qué información va a pedir en una sesión informativa.
Algunos funcionarios de la administración, muchos de los cuales estudiaron en escuelas de élite, tienen dificultades con la exigencia de Biden de abandonar el lenguaje rebuscado y lleno de acrónimos e informarle como si estuvieran hablando con un familiar cercano que no está en la burbuja de Washington.
Los defensores de Biden reconocen que puede ser duro. Pero también dicen que puede ser más generoso y compasivo que muchos políticos poderosos y que puede hacerles sentir como en familia. Esa es en parte la razón por la que tantos ayudantes han trabajado con Biden durante décadas, y entran y salen de su órbita, dicen.
Conclusión
Diversas informaciones indican que Biden sabe muy bien que es propenso a perder los estribos y se lo atribuye a sus raíces irlandesas.
Él ha construido, a través de los años, una camarilla de leales servidores, quienes creen que “sus virtudes superan sus defectos”, declaró.
Como les ha pasado a muchos políticos, un micrófono abierto ha dejado al desnudo su tendencia al uso de lenguaje obsceno.