La hostilidad hacia el mundo de las criptomonedas en los Estados Unidos está creciendo, y así lo hacen ver las empresas y firmas del sector, que ven como las sedes de las compañías del ramo disminuyen.
Mario Beroes/El Político
"El gobierno estadounidense la emprendió contra la industria de las criptomonedas", dice Andrew Durgee, director gerente de la división de criptomonedas de la empresa de tecnología Republic al portal de la BBC-Mundo.
Añade que "dicha incertidumbre regulatoria hace que las inversiones en EEUU en el mundo cripto sean de mayor riesgo".
Por qué es importante
El sector ya estaba bajo presión, luego de que los precios de las monedas virtuales colapsaran el año pasado.
El daño adicional provino del colapso de varias firmas de alto perfil, incluida FTX, dirigida por el llamado "Crypto rey" Sam Bankman-Fried, a quien los fiscales acusaron de realizar "uno de los mayores fraudes financieros" en la historia de EEUU.
Conmocionados por la agitación, los reguladores estadounidenses intensificaron su vigilancia del sector, que según las autoridades ha sido advertido desde al menos 2017 de que su actividad infringe las normas financieras de EE.UU. destinadas a proteger a los inversores.
Criptotrampas
La campaña ha producido una serie constante de cargos contra empresas y ejecutivos de criptomonedas, alegando violaciones que van desde no registrarse correctamente con las autoridades y divulgar adecuadamente su actividad hasta, en algunos casos, reclamos más perjudiciales como el mal manejo de los fondos de los consumidores y fraude.
Bitcoin, que representa la mayor parte del valor en un sector en el que han circulado miles de monedas, es visto por los funcionarios estadounidenses como una mercancía, como el oro.
Eso significa que no se ha visto afectado en gran medida por el debate regulatorio actual, que depende de la cuestión legal de qué constituye un "valor", una inversión como una acción o un bono supervisado por la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (lSEC).
En cambio, los esfuerzos se han centrado en las empresas que emiten tokens o monedas para recaudar dinero, y cada vez más en los intercambios en los que se compran y venden dichos activos digitales, que a menudo retienen los fondos de los clientes, ejecutan transacciones y participan en otras actividades que están separadas de las finanzas tradicionales.
Esta represión culminó este mes con acciones legales contra dos de las plataformas más grandes: Coinbase y Binance.
A manera de conclusión
Gary Gensler, presidente de la SEC, defendió las medidas, comparando el estado de cosas en la industria con la década de 1920, antes de que EEUU. estableciera muchas de las reglas que hoy están discusión.
"Charlatanes, estafadores, artistas del fraude, esquemas Ponzi… El público haciendo fila en el tribunal de bancarrotas," son algunos de los epítetos que Gensler ha utilizado al referirse al tema.
En el mundo cripto están claros en que es un error pensar que EEUU podría acabar con la industria. Sin embargo, puede hacer que la criptoindustria sea absolutamente más pequeña.