El crimen organizado encontró nuevas formas de aliarse y genera 4 serias amenazas para Estados Unidos y Latinoamérica: tráfico de recursos naturales, tráfico de drogas, pandillas que expanden su territorio y la formación de grupos delictivos transnacionales. Así lo advierte Douglas Farah, especialista en los vínculos que mantienen algunos gobiernos, el narcotráfico y los grupos terroristas.
El Político
La Cámara de Representantes de EEUU escuchó atentamente el balance presentado por Farah sobre las actuales amenazas del crimen organizado. Pidió poner mayor atención a la influencia de China, Irán y Rusia en la región.
Farah afirmó que Latinoamérica se enfrenta a un “sinfín de retos transversales y transfronterizos” por causa del crimen organizado. Eso amenaza directamente los intereses estratégicos de Estados Unidos. También socava los pilares clave que han sustentado las alianzas de larga data en toda la región.
“A medida que las redes ilícitas amplían su control territorial, sus ecosistemas de corrupción, su poder político y sus líneas de productos, encuentran cómplices. Es así como cuentan con la ayuda y la instigación de actores extrarregionales como serían Rusia, Irán y China, entre otros.
Dijo que sus acciones socavan el Estado de derecho y desafían directamente los objetivos y las iniciativas de Estados Unidos en el hemisferio occidental.
Alertó que Rusia y China consideran América Latina un escenario clave de la competencia entre grandes potencias y actúan en consecuencia. Instó a que Estados Unidos no se confíe en su estatus de socio internacional y actúe de forma más acorde con los nuevos tiempos.
Crear compromisos de mayor calidad, más amplios y más sostenidos, con las comunidades adecuadas, reforzará la democracia, la sociedad civil y la estabilidad regional, según el experto.
Y señaló cuáles son los mayores focos de crimen organizado que “plantean nuevos retos a las fuerzas de seguridad y a las comunidades políticas de la región. Señalo que son delitos de gran alcance y amenazan con acelerar las tendencias negativas si no se abordan con eficacia”, reseñó Infobae.
1. Tráfico de recursos naturales
En tiempos en los que el medio ambiente es vital, el tráfico ilícito de recursos naturales es uno de los principales responsables de la degradación masiva del medio ambiente.
De su mano van problemas asociados como los riesgos para la salud, el trabajo infantil, la trata de seres humanos y la pérdida de legitimidad del Estado.
Además, abre nuevas vías de ingresos para las organizaciones delictivas transnacionales y para el blanqueo de dinero.
2. Ascenso del Cártel Jalisco Nueva Generación
El experto le puso nombre y apellido a la peor amenaza actual del narcotráfico: el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Convertido en los últimos tres años en la organización de tráfico de cocaína más importante de América Latina, supera al cártel de Sinaloa y a otras estructuras de narcotráfico mexicanas y colombianas.
También traspasó las fronteras y se le encuentra en el norte de Centroamérica, Ecuador, Colombia y Venezuela, ya que está expandiendo su operación en diferentes partes del mundo.
El CEEEP te invita a leer su última publicación titulada “Evolución e Impacto de las Pandillas en Centroamérica y Brasil”, escrita por Douglas Farah y Marianne Richardson. Puedes leerlo en el siguiente enlace:https://t.co/hTEkia5Yml
— Centro de Estudios Estratégicos – Perú (@ceeeperu) February 23, 2023
3. Evolución de las maras MS-13 y PCC
Avanzan por el continente dos bandas carcelarias surgidas a mediados de la década de 1990: La MS-13 (Mara Salvatrucha) en Centroamérica y el PCC (Primeiro Comando da Capital) en Brasil. Pero hace rato que están fuera de las cárceles y mandan en las calles.
Sus integrantes son conocidos como matones callejeros violentos y despiadados, llenos de llamativos tatuajes y líderes de redes de extorsión en los barrios.
Farah advirtió que ambos grupos se han convertido en amenazas delictivas transnacionales y lo grave es que han pasado de ser bandas a ser grupos integrados en comunidades. “Esto plantea enormes y poco comprendidos desafíos a los intereses estratégicos de Estados Unidos y de Latinoamérica", dijo.
4. Aparición de nuevas estructuras delictivas extrarregionales
Con la diversificación de los mercados y de los productos, el rostro de la delincuencia organizada transnacional en América Latina también se está diversificando.
Puso como ejemplo que anteriormente la producción y los envíos de cocaína a gran escala en América Latina estaban en manos de traficantes colombianos o mexicanos. Eran contados los narcos caribeños y centroamericanos. Hoy en día todo eso cambió.
Las estructuras regionales del narcotráfico se fragmentan y realinean. Es cada vez más frecuente que en la competencia entre bandas haya grupos de Europa del Este, China, Turquía, Italia y los Balcanes. Todos compiten por un espacio.
Al respecto, la Organización de Naciones Unidas, en su web, señala que "El crimen organizado transnacional no permanece inmóvil, sino que es una industria siempre cambiante, adaptándose a los mercados y dando lugar a nuevas formas de crimen. En pocas palabras, es un negocio ilícito que trasciende barreras culturales, sociales, lingüísticas y geográficas, además de no tener límites ni reglas".
Fuente: ONU