El papa Francisco se reunió este viernes en Tiflis con el patriarca de los ortodoxos georgianos, Elías II, a quien animó a dar un impulso a la unidad entre los cristianos y eliminar los obstáculos ante un mundo "sediento de paz".
"Frente a un mundo sediento de misericordia, de unidad y de paz, nos pide que se dé un nuevo impulso, un renovado fervor a los lazos que nos unen, signo elocuente de los cuales es el beso de la paz y nuestro abrazo fraternal", invitó Francisco al patriarca ortodoxo.
Francisco llegó este viernes a Georgia, donde permanecerá hasta el próximo sábado, para después viajar a Azerbaiyán, y su visita a esta exrepública soviética se enmarca en el ecumenismo y sobre todo en trazar puentes con los ortodoxos más rígidos como el patriarcado de este país, que depende de la Iglesia ortodoxa rusa.
Tras su encuentro privado en la sede del patriarcado con Elías II, de 83 años, Francisco dirigió un discurso a los representantes ortodoxos en los que repasó los numerosos encuentros que se han tenido, comenzando con el viaje del papa Juan Pablo II a Georgia en 1999, "en el que vino a reforzar los vínculos profundos y fuertes".
"Ahora, la Providencia divina ha querido que nos encontremos de nuevo", agregó. Entonces Francisco instó, como ha hecho siempre en los encuentros con los ortodoxos – como en el histórico celebrado con el patriarca ruso Cirilo I en La Habana en febrero – en su llamamiento a la unidad.
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"Que las dificultades no sean un obstáculo, sino un estímulo que nos ayude a conocernos mejor", dijo Francisco en su discurso en el patriarcado.
Y que así se pueda "intensificar la oración de unos por otros y a cooperar con caridad apostólica en el testimonio común, para la gloria de Dios en el cielo y el servicio de la paz en la tierra", agregó.
El pontífice pidió a los ortodoxos de Georgia dejarse inspirar por "el amor del Señor", para, dijo, "alzarnos por encima de las incomprensiones del pasado, de los cálculos del presente y de los temores del futuro".
Y exhortó a que "la multitud de santos de este país" ayude a "evangelizar como en el pasado y, más que en el pasado, libres de las ataduras de ideas preconcebidas y abiertos a la perenne novedad de Dios".
El papa argentino también recordó a "tantos cristianos que todavía hoy en el mundo sufren persecuciones y atropellos" y pidió que esto fortalezca "el buen deseo de estar fraternalmente unidos para anunciar el Evangelio de la paz".
Aunque durante este viaje no se celebrarán oraciones en común, ya que los ortodoxos georgianos aseguran que las divergencias doctrinales son aún grandes, Elias II acudió este viernes a recibir al aeropuerto al pontífice y mañana enviará una delegación ortodoxa para que participe en la misa que celebrará en el estadio de fútbol de Meskhi.
Con información de EFE