La regulación de la inteligencia artificial (IA) por parte de los gobiernos se plantea debido a los posibles peligros sociales y éticos que puede presentar. Un artículo en Infobae lo expone:
La tecnología de inteligencia artificial debe considerarse un riesgo social y priorizarse como las pandemias y las guerras nucleares. Así lo advierten en una declaración firmada los mayores expertos de la industria tecnológica, que incluye a científicos y directivos de Microsoft, Google y otras empresas como la mismísima OENIA, creadora de ChatGPT.
La declaración reza simplemente: “Mitigar el riesgo de extinción de la IA debería ser una prioridad mundial junto con otros riesgos a escala social, como las pandemias y la guerra nuclear”.
Gonzalo Morales Divo / El Político
Algunos de estos peligros incluyen:
- Impacto en el empleo: La IA y la automatización pueden afectar significativamente el mercado laboral, reemplazando ciertos puestos de trabajo y requiriendo una adaptación de las habilidades laborales. La regulación podría abordar la protección de los trabajadores y garantizar una transición justa.
- Sesgos y discriminación: Los algoritmos de IA pueden ser sesgados o discriminatorios si se basan en datos sesgados o reflejan prejuicios existentes en la sociedad. La regulación podría abordar la equidad, transparencia y rendición de cuentas en los sistemas de IA.
- Privacidad y seguridad de los datos: La recopilación masiva de datos para entrenar sistemas de IA plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información personal. La regulación podría establecer estándares para la protección de datos y la responsabilidad de las empresas en su manejo.
- Responsabilidad y toma de decisiones: Cuando la IA toma decisiones que afectan a las personas, puede ser necesario establecer responsabilidad y mecanismos para abordar casos de daño o perjuicio causados por sistemas de IA. La regulación podría definir los estándares de responsabilidad y mecanismos de rendición de cuentas.
¿Posibles soluciones?
El equilibrio entre la IA y la educación es fundamental para garantizar una sociedad preparada para los desafíos y oportunidades que presenta la tecnología. Se requiere una inversión en educación y capacitación para desarrollar habilidades necesarias en un mundo cada vez más impulsado por la IA. Además, la regulación puede incluir políticas que fomenten la educación en tecnología y habilidades digitales desde etapas tempranas.
En cuanto a las regulaciones específicas que podrían ser generadas por los estados o el gobierno federal en -por ejemplo- Estados Unidos, estas podrían abarcar áreas como:
- Transparencia y explicabilidad de los sistemas de IA: Las regulaciones podrían exigir que las empresas que desarrollan y utilizan sistemas de IA proporcionen información clara sobre cómo funcionan y toman decisiones.
- Evaluación de impacto en los derechos humanos: Se podrían requerir evaluaciones de impacto en los derechos humanos para identificar y abordar posibles violaciones de derechos en el diseño y despliegue de sistemas de IA.
- Protección de la privacidad y seguridad de los datos: Podrían establecerse regulaciones más estrictas para garantizar la protección de datos personales y la seguridad de la información en sistemas de IA.
- Normas éticas y responsabilidad: Las regulaciones podrían establecer pautas éticas para el desarrollo y uso de la IA, así como definir los marcos de responsabilidad y rendición de cuentas en caso de daños causados por sistemas de IA.
Hay que destacar destacar que las regulaciones específicas varían según el país y su marco legal existente. Las políticas y regulaciones relacionadas con la IA están en constante evolución y se están debatiendo en muchos países a medida que se comprenden mejor los desafíos y riesgos asociados con esta tecnología.