La violencia armada en EEUU no para. Sigue arrancando vidas y dejando familias mutiladas. Y en los bastiones republicanos es peor.
El Político
Al parecer, en los estados controlados por los republicanos, llamados rojos, la violencia armada se hace sentir mucho más, que el los estados bajo gerencia demócrata, o azules.
Al escuchar a la derecha sureña hablar sobre la violencia en Estados Unidos, se podría pensar que la ciudad de Nueva York es tan peligrosa como Bajmut, en el frente oriental de Ucrania.
En octubre, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, proclamó que el crimen en la ciudad de Nueva York estaba "fuera de control" y culpó a George Soros.
Otro político del estado del Sol, el expresidente Donald Trump, presentó su ciudad natal como una distopía dirigida por los demócratas.
La consideró como uno de esos lugares "donde la clase media solía reunirse para vivir el sueño americano. Pero ahora son zonas de guerra, literalmente zonas de guerra".
En mayo de 2022, horas después de que 19 niños fueran asesinados en Robb Elementary, en Uvalde, Texas, el gobernador republicano Greg Abbott se pronunció.
Rechazó las sugerencias de que el estado podría salvar vidas, al implementar leyes de armas más estrictas. Así como al proclamar que "Chicago, Los Ángeles y Nueva York refutan esa tesis".
No obstante, la región que comprende la mayor parte de la Gran Manzana es —de lejos— la parte más segura del territorio continental de los EEUU, en lo que respecta a la violencia armada.
Mientras que las regiones a las que pertenecen Florida y Texas tienen tasas de muerte por armas de fuego per cápita (homicidios y suicidios) de tres a cuatro veces mayor que la de Nueva York.
A nivel regional, es la franja sur del país, tanto en ciudades como en áreas rurales, donde la tasa de violencia armada mortal es más aguda. Se trata de las regiones donde —precisamente— los republicanos han dominado los gobiernos estatales durante décadas.
Electores presionan a republicanos a actuar sobre la violencia armada https://t.co/tfV0bVIBzE pic.twitter.com/a3n01DKilS
— El Estímulo (@elestimulo) August 18, 2019
Las diferencias regionales de la violencia armada
A modo ilustrativo, si se creció en la región minera del carbón, del este de Pensilvania, la probabilidad de morir de un disparo es aproximadamente la mitad, que si se creció en las cuencas carboníferas de Virginia Occidental, trescientas millas al suroeste.
Alguien que vive en los condados más rurales de Carolina del Sur tiene tres veces más probabilidades de morir por disparos, que alguien que vive en los condados igualmente rurales de las Adirondacks de Nueva York, o los condados rurales empobrecidos frente a México, en la parte baja del Río Grande.
El motivo de estas disparidades van más allá de las diferencias políticas modernas. Se remontan a eventos que anteceden, no solo al sistema de partidos estadounidense, sino también al advenimiento de las escopetas, los revólveres, los cartuchos de munición, los rifles de pólvora y la propia república estadounidense.
La geografía de la violencia armada, y las ideas del público y de las élites sobre cómo debe abordarse, es el resultado de diferencias a la vez regionales, culturales e históricas.
Una vez que se comprende cómo se colonizó el país, y quienes fueron sus protagonistas, se revelan varias ideas sobre el problema de la violencia armada.
En este sentido, se deben delinear con mayor precisión las culturas regionales de Estados Unidos. Olvídese de las divisiones del censo de EEUU, que dividen arbitrariamente el país en noreste, medio oeste, sur y oeste, utilizando a menudo fronteras estatales sin sentido y una ignorancia deliberada de la historia.
La razón por la que EEUU tiene fuertes diferencias regionales es porque nuestra franja del continente norteamericano fue colonizada por proyectos coloniales rivales que tenían muy poco en común. A menudo se despreciaban unos a otros y se extendían sin tener en cuenta las fronteras estatales actuales.
Hubo varios proyectos coloniales, como Nueva Inglaterra, controlada por los puritanos. Así como el área poblada por holandeses, alrededor de lo que ahora es la ciudad de Nueva York. También el valle de Delaware, fundado por los cuáqueros. Las tierras altas de los Apalaches, lideradas por escoceses e irlandeses. La sociedad de esclavos, al estilo de las Indias Occidentales, en el Sur Profundo. Además del proyecto español en el suroeste, etc.
Todos estos proyectos de conquista tenía diferentes características etnográficas, religiosas, económicas e ideológicas.
Eran rivales y, a veces, enemigos, incluso los británicos se alinearon en lados opuestos de conflictos como la Guerra Civil Inglesa, en la década de 1640.
Se asentaron gran parte de la mitad este y el tercio sudoeste de lo que ahora es EEUU, en bandas de asentamientos mutuamente excluyentes, antes de que la inmigración de terceros se acelerara en la década de 1840.
Una abrumadora mayoría de estadounidenses ven la violencia armada (74%) y los tiroteos masivos (80%) en EEUU como una “crisis” o un “problema importante”:
– 91% de demócratas
– 66% de independientes
– 59% de republicanos
O sea hay más de 65M de personas que no ven problema! ? https://t.co/hC3x4szV16— Stephanie en Chile ????? (@Stephduchili) April 14, 2023
Estableciendo las bases de una nación
Durante todo este proceso complejo, establecieron las instituciones, los símbolos, las normas culturales y las ideas sobre la libertad, el honor y la violencia.
Estructuras que los recién llegados encontrarían y, en general, asimilarían. Algunos estados se encuentran total o casi completamente dentro de una de estas culturas regionales.
Otros están divididos entre ellos. Lo que genera desacuerdos constantes y profundos sobre política y política en lugares.
Como los casos de Pensilvania, Ohio, Illinois, California y Oregón. Lugares que quizás no pienses que tienen mucho en común, el suroeste de Pensilvania y Texas Hill Country, por ejemplo.
Pues, en realidad, están al principio y al final de flujos de asentamientos bien documentados. En su caso, uno dominado por generaciones de colonos escoceses-irlandeses y escoceses de las tierras bajas. Quienes se mudaron a principios del siglo XVIII a la frontera de Great Wagon Road.
Esto para asentarse en las tierras altas de Virginia, las Carolinas, Georgia y Tennessee. Y luego en los Ozarks, el norte y el centro de Texas y el sur de Oklahoma.
Otros movimientos de colonización similares vinculan a Maine y Minnesota, Charleston y Houston, Pennsylvania Dutch Country y el centro de Iowa.
En Estados Unidos la violencia armada es una pandemia que no tiene fin @POTUS insiste en prohibir las armas de asalto, pero los republicanos se rehúsan @MiraCanelaTV pic.twitter.com/erfJ1hvBgM
— * Romina Barrera Fournier * (@RominaBarreraF) December 10, 2022
En resumen
Comprender cómo estas fuerzas históricas afectan los problemas de política, desde el control de armas hasta las respuestas de la Covid 19, puede proporcionar información importante.
Por ejemplo sobre cómo diseñar intervenciones que puedan hacernos a todos más seguros y felices.
Crear coaliciones para la reforma de las armas, tanto a nivel estatal como federal, se beneficiaría con mensajes adaptados a cada región.
Sobre todo las que reconozcan que las tradiciones y las actitudes en torno a las armas, así como el uso apropiado de la violencia letal, son mucho más profundas que la mera lealtad a un partido político. Así sea rojo o azul, republicano o demócrata.
Aunque en territorios republicanos, las estadísticas indican un mayor índice de criminalidad con armas de fuego.
Lo cual es reflejo —probablemente— de la luz verde que impera en estados republicanos, para el porte de armas sin permiso, sin evaluación previa, ni revisión de antecedentes.
En este sentido, como contraste, un famoso escocés dijo una vez: "déjenme hacer las canciones de una nación. Y no me importa quién haga sus leyes. Porque la cultura es extremadamente poderosa".
El comentario pertenece a Carl T. Bogus, miembro de la Facultad de Derecho, de la Universidad Roger Williams, quien es segundo estudioso de la enmienda. "La cultura impulsa la política, la ley y la política. Es increíblemente duradero y hay que tenerlo en cuenta".