La política de cero tolerancia aplicada por EEUU en la frontera con México, ha revelado que una cantidad considerable de menores que cuentan con la ciudadanía estadounidense también fueron separados de sus padres.
El Político
Dicha política mediante la cual los padres migrantes fueron procesados penalmente y encarcelados por haber cruzado la frontera sin autorización.
Ya en 2018, el gobierno de Donald Trump separó deliberadamente a miles de niños migrantes de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos en un hostil intento por disuadir a las familias de cruzar la frontera, reportó NYTimes.
Miles de menores separados en EEUU
Según los abogados y defensores de migrantes que trabajan con el gobierno para encontrar a las familias, cientos de menores, tal vez 1000, que nacieron en Estados Unidos fueron separados de sus padres inmigrantes en la frontera.
En muchos casos, los niños nacidos en EEUU fueron ubicados en hogares de acogida durante largos periodos, y algunos aún no se han reunido con sus padres. Casi cinco años después de que se produjeron las separaciones, siguen perdidos en el sistema.
“Ni siquiera sabemos dónde están sus padres o si los padres saben dónde están sus hijos”, dijo Paige Chan, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Together and Free, quien trabaja con un equipo del gobierno encargado de averiguar el paradero de las familias separadas.
Y cerró "el gobierno de Estados Unidos apenas está comenzando a contabilizar el número de ciudadanos estadounidenses que fueron sometidos a este trauma inimaginable".
Críticas a política migratoria de EEUU
Ya se sabe que aproximadamente 5500 menores nacidos en el extranjero fueron separados de sus padres por esa política. En promedio, la separación duró unas cuantas semanas, pero en algunos casos se prolongó durante años.
Estas revelaciones constituyen la primera confirmación de que los niños nacidos en Estados Unidos que estaban viajando con sus padres migrantes también fueron víctimas de la política de separación, la cual se oficializó a lo largo de la frontera en abril de 2018, después de ponerse a prueba el año anterior en El Paso, Texas.
Como ciudadanos estadounidenses, los niños no contaban con ningún otro derecho que hubiera impedido que los separaran de sus padres encarcelados, señalaron los analistas jurídicos. De hecho, tal vez habría sido una desventaja porque su condición de ciudadanos los ponía de manera automática bajo la supervisión de las autoridades estatales para el bienestar de la infancia, lo que complica los trabajos de rastreo para volver a ponerlos en contacto con sus padres.
¿Qué pasa con los niños nacidos en el extranjero?
Mientras que los niños nacidos en el extranjero fueron transferidos a refugios administrados por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, donde los registraron en bases de datos a nivel federal y finalmente les permitieron hablar por teléfono con sus padres, pero no se aplicó el mismo procedimiento para los menores que fueron enviados a los sistemas estatales de cuidado tutelar. Mediante diversos criterios, se les otorgó a los tribunales la facultad de decidir cómo gestionar los casos de manera independiente.
La situación empeoró más cuando los padres fueron deportados.
“En teoría, un tribunal para menores establece si al infante le conviene más reunirse con alguno de sus padres, aunque haya sido deportado o esté sujeto a una deportación inminente”, dijo Carlos Holguin, un abogado que ha representado a miles de niños migrantes en custodia del gobierno.