El presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Kevin McCarthy, declaró el lunes que se reunirá con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en el estado de California el miércoles, un encuentro que China considera una provocación.
El Político
"El miércoles 5 de abril, el presidente Kevin McCarthy organizará una reunión bipartidista con la presidenta de Taiwán en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan", anunció su oficina en un comunicado.
¿Por qué es importante?
La reunión de McCarthy será la última en la que altos funcionarios estadounidenses muestran su apoyo a Taiwán en medio de las crecientes tensiones con China.
Su predecesora inmediata, la entonces portavoz Nancy Pelosi, viajó a Taiwán el pasado agosto, lo que provocó ejercicios militares con fuego real por parte de China, reportó APNews.
McCarthy, el republicano de mayor jerarquía en el Congreso, había prometido anteriormente viajar a Taiwán siguiendo los pasos de la demócrata Nancy Pelosi, a quien remplazó como líder de la Cámara Baja en enero pasado.
La reunión en California, el estado natal de McCarthy, fue percibida como un término medio que evitaría aumentar las tensiones con China.
En contexto
La presidenta Tsai Ing-wen abandonó Taiwán el miércoles en la tarde en una gira por los aliados diplomáticos de la isla en el continente americano, que enmarcó como una oportunidad para demostrar el compromiso de Taiwán con los valores democráticos en la escena mundial.
Tsai llegó a Nueva York a última hora del día y tenía previsto pasar el jueves en la ciudad antes de dirigirse a Guatemala y Belice.
Se espera que haga escala en Los Ángeles en su viaje de regreso a Taiwán el 5 de abril, fecha en la que está prevista una reunión con McCarthy.
La reunión prevista ha desatado temores de una reacción de mano dura por parte de China, en medio de las crecientes fricciones entre Pekín y Washington por el apoyo de EEUU a Taiwán y por cuestiones comerciales y de derechos humanos.
El portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, Zhu Fenglian, denunció las escalas de Tsai y exigió que ningún funcionario estadounidense se reuniera con ella.
"Nos oponemos firmemente a esto y tomaremos contramedidas decididas", dijo Zhu en una conferencia de prensa. EEUU debería "abstenerse de organizar visitas de tránsito de Tsai Ing-wen e incluso contactos con funcionarios estadounidenses y tomar medidas concretas para cumplir su compromiso solemne de no apoyar la independencia de Taiwán", afirmó.
Pekín afirma que el autogobierno de Taiwán forma parte de su territorio y amenaza con poner la isla bajo su control por la fuerza si es necesario.
El miércoles, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, declaró que China "seguirá de cerca el desarrollo de la situación y defenderá resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial".
Mao dijo que Estados Unidos estaba "llevando a cabo actividades peligrosas que socavan la base política de los lazos bilaterales."
En resumen
China amenazó el miércoles con tomar represalias si el presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Kevin McCarthy, se reúne con la presidenta de Taiwán durante su próximo viaje por Los Ángeles.
La reunión prevista ha desatado temores de una reacción de mano dura por parte de China, en medio de las crecientes fricciones entre Pekín y Washington por el apoyo de EEUU a Taiwán y por cuestiones comerciales y de derechos humanos.
Aunque Estados Unidos reconoció al régimen de Pekín en 1979, es el principal aliado de Taipéi y su mayor proveedor de armas.
Xu Xueyuan, la encargada de negocios de la embajada de China en Washington, dijo a periodistas la semana pasada que Washington se arriesgaba a una "confrontación seria" sin importar si los líderes estadounidenses iban a Taiwán o a la inversa.
"Estados Unidos sigue diciendo que el tránsito (de la presidenta) no es una visita y que hay precedentes, pero no debemos usar los errores del pasado como excusa para repetirlos hoy", remarcó.
Analistas dijeron a la AFP que la escala de la presidenta taiwanesa en EEUU se daba en un momento clave, ya que Pekín aumentó su presión militar, económica y diplomática sobre la isla vecina desde que Tsai llegó al poder en 2016.
"La pérdida de relaciones oficiales con terceros países se verá compensada por una profundización de las relaciones no oficiales de Taiwán", consideró James Lee, investigador sobre las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán en la Academia Sínica.